En acuerdo quedó ayer la decisión de la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Temuco, tras el alegato de un recurso de protección en contra del Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental, que a fines de julio ingresaron comunidades mapuche, aseverando que la autorización de obras de la Central Hidroeléctrica Curacautín ha permitido la tala ilegal de árboles nativos y otros daños.

La abogada Manuela Royo alegó a favor del recurso, quien busca que no se ejecuten las obras que intervendrán la cuenca del río Cautín, 9 km al sureste de Curacautín, en la ruta al Parque Nacional Conguillío, aseverando que los abogados de la empresa y del Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental, no lograron desmentir la tala ilegal ya efectuada en los terrenos.

La abogada patrocinante de la acción legal, recordó que en la causa está vigente una orden de no innovar para paralizar las obras que ya se ejecutan en el lugar donde se pretende construir la citada central de paso, con una potencia de 6 Mega Watt, la que implica el consumo de 24 metros cúbicos de agua del río Cautín por segundo, con lo que se pretende generar en forma anual 47,6 Giga Watt hora.

Agregó la abogada Royo, que el proyecto en cuestión fue aprobado mediante la Resolución Exenta Nº 59, en Temuco, el 22 de Marzo de 2006, que lo calificó como ambientalmente favorable, en base a una Declaración de Impacto Ambiental, que desconoce la existencia de comunidades indígenas en el territorio y que omitió diversos antecedentes que han vulnerado sus garantías fundamentales.

A la audiencia asistieron integrantes de las comunidades mapuche afectadas por esta obra y particularmente de la comunidad Quilape López, quienes manifestaron que seguirán alertas con el desarrollo del proyecto por cuanto ahora se confirmó que el permiso para que se inicien las obras vence en enero del 2015.