Corría el minuto 87 en el clásico entre el Chemnitzer FC y el Dresden en la tercera división del fútbol alemán.

El empate a cero parecía sentenciar el encuentro hasta que Sylvano Comvalius, jugador del Dresden, marcó la apertura de la cuenta para su escuadra.

La euforia de Comvalius fue tal, que al anotar corrió desenfrenadamente hacia su hinchada, se sacó la camiseta y se mezclo con los simpatizantes que celebraban su gol en el Gluckgas Stadion.

Lo curioso fue que al entrar nuevamente al campo de juego, la árbitro del partido tenía en su mano la tarjeta roja, con la que expulsó al desaforado jugador que solo quiso celebrar su gol. Un momento de felicidad que no terminó para nada bien.

Mira a continuación el momento de la celebración:

http://youtu.be/nY9k-Quss8o