La primavera no sólo trae de regreso los días soleados y las alergias, sino que también muchas veces la depresión. El cambio de estación afecta a las personas más sensibles, y junto a ello el cambio de hora suele dejar un desorden mayúsculo en su estado anímico.

El psiquiatra de la Clínica Las Condes, Lister Rossel, comentó en el programa Podría Ser Peor que los humanos somos de la naturaleza, por lo tanto seguimos sus ciclos, y no seguir siendo regulares con ellos tienden a provocar un brote depresivo o hacia la euforia.

“Somos influenciados por la naturaleza”, agregó, indicando que muchas veces esto provoca problemas para dormir o para despertar, un signo clave y relevante en las depreciones estacionarias.

Además, por lo general la gente retoma su entusiasmo y la alegría cuando el día es más largo, por lo que quienes son más sensibles y están más solos, suelen generar un ambiente de soledad emocional que es potente.

En ese sentido, señaló que el aislamiento social es un factor de riesgo para la depresión y para las conductas autoagresivas. “Una buena red social cumple un rol importante”, dijo, agregando que “Las redes virtuales no es lo que constituyen una red de contención, lo que la tribu de la familia puede dar”, aseveró.

“No es necesario tener muchos amigos en Facebook, sino que más bien amigos face to face“, acotó, asegurando que si la intensidad es muy marcada, una conversación con un médico general o con personas de la familia que tengan ciertos conocimientos de salud mental son una opción viable, aunque precisó que una evaluación profesional nunca está de más.

Escucha a continuación la entrevista completa, realizada por Julio César Rodríguez, en el programa Podría Ser Peor: