Nadie duda que las ‘selfie’ están de moda. En las redes sociales se puede ver como todos los perfiles cuentan con alguno, ya sea con amigos, en pareja, o con animales. Sin embargo, esta particular forma de fotografiarse ha puesto en riesgo la vida de las personas, incluso causado la muerte.

Últimamente se han conocido una serie de casos donde tomarse una ‘selfie’ ha resultado peligrosa. Fue lo que le ocurrió a un grupo de jóvenes que hace un par de semanas realizó una extrema y peligrosa acción tras subirse a un edificio de 76 pisos y en su punta, tomarse este tipo de fotografía.

Asimismo, también a se han conocido historias donde tomarse una ‘selfie’ ha provocado la muerte. En abril de este año una mujer oriunda de la ciudad de High Point en Carolina del Norte (Estados Unidos) murió segundos después de publicar una “selfie” a través de su celular en Facebook, mientras conducía.

Otro caso que terminó en tragedia, fue en agosto cuando una pareja de turistas polacos murió tras caer por un acantilado mientras se sacaba una autofoto. La idea era que de fondo se viera el gran vacío, sin embargo al acercarse demasiado, cayeron y perdieron la vida.

Pero como esto al parecer no fue suficiente para tomar conciencia, hace algunos días se conoció una nueva historia que hizo noticia cuando Fried Sirevag, uno de los tantos fotógrafos que visita el famoso acantilado Preikestolen en Noruega, se espantó al descubrir a través de su lente que los padres de un bebé lo habían colocado literalmente al borde del abismo.

Según consignó Yahoo México, el bebé se encontraba acercándose al borde del acantilado, a más de 600 metros de altura, situación que alarmó a los turistas que se encontraban en el lugar.

“Dejaron que el bebé gateara cerca del borde e incluso dieron unos pasos atrás para intentar hacerle una foto a su bebé teniendo de fondo Preikestolen”, declaró Sirevag al diario local The Norway Local.

De acuerdo a este medio, Preben Falck, Gerente General de Stavanger Turistforening (Asociación de Turismo de Stavanger), instó a los visitantes a tener cuidado al acercarse a Preikestolen. Según este directivo, de nada serviría colocar vallas a partir de cierto perímetro, pues los visitantes las cruzarían y además estropearían el lugar, sentenció.