El presidente Barack Obama elogió el jueves el coraje de su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, durante una visita a Estados Unidos cargada de simbolismo pero pobre en anuncios, en la que Washington excluyó la posibilidad de entregarle armas para luchar contra los separatistas prorrusos.
Sentado junto a Poroshenko en el Despacho Oval de la Casa Blanca, Obama elogió el liderazgo de su par, que ha sido “clave en un momento muy, muy importante de la historia de Ucrania”.
Además felicitó al líder ucraniano por su “difícil” decisión de otorgar mayor autonomía a una región del este separatista del país como parte del plan de paz acordado con Rusia. “Esas leyes que el presidente Poroshenko aprobó no fueron fáciles”, dijo Obama. “Pero creo que revelan su compromiso con una Ucrania inclusiva”, agregó.
Por otra parte, el mandatario estadounidense condenó “la agresión rusa, primero en Crimea y más recientemente en partes del este de Ucrania”.
Tras la reunión con Obama, el líder ucraniano agradeció el apoyo recibido y pidió el retiro de tropas rusas de su territorio, el cierre de la frontera con Rusia a otras tropas y municiones y la liberación de “rehenes” ucranianos.
“Realmente esperamos que el cese el fuego, que ya duró 12 días, se transformará en una paz real”, dijo.
Más temprano, en un discurso ante el Congreso, Poroshenko insistió en que la OTAN le otorgue el estatus de aliado no miembro para fortalecer sus defensas. Sin embargo, esta idea no parece haber logrado grandes progresos.
Washington no favorece esta propuesta argumentando que no cambiará la situación del país. “Creemos que este estatus no aportará nada a Ucrania de lo que ya no se beneficie”, dijo un responsable estadounidense que prefirió permanecer en el anonimato.
La visita de Poroshenko tiene lugar en un momento decisivo en el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, que llevó a Estados Unidos a su peor confrontación con el Kremlin desde el final de la Guerra Fría.
Nuevas conversaciones entre Ucrania, los separatistas, Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa tendrán lugar el viernes en Minsk, según un funcionario bielorruso.
Pero, en un reflejo de la tensa atmósfera, Ucrania acusó este jueves a Rusia de acantonar 4.000 soldados en la frontera entre Ucrania y la península de Crimea, integrada en marzo al territorio ruso.
Amenaza para la “seguridad mundial”
En el discurso ante el Congreso, Poroshenko advirtió que Rusia es una amenaza para “la seguridad mundial” y solicitó más apoyo militar y político.
“Si no son frenados ahora, cruzarán las fronteras europeas y se expandirán por todo el mundo”, expresó el mandatario durante su intervención en la que pidió a Washington y a Europa “no dejar solo a Ucrania” frente a Rusia.
En cuanto al apoyo necesario, Poroshenko especificó que “mantas y gafas de visión nocturna son importantes”, pero advirtió que “no se puede ganar la guerra con mantas”.
Poroshenko advirtió sobre el potencial de una nueva Guerra Fría, pero insinuó que todavía hay una oportunidad genuina para la paz a corto plazo.
“Estoy convencido de que la gente de Ucrania y la gente de Rusia tienen la suficiente buena voluntad para dar a la paz una última oportunidad y prevalecer contra el espíritu del odio”, dijo.
Ayuda no letal
Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo que Washington ofrecerá 46 millones de dólares adicionales de ayuda no letal, en equipamiento y formación de las fuerzas de seguridad ucranianas.
Este nuevo financiamiento, que elevará a un total de 116 millones de dólares la ayuda a Ucrania en seguridad, servirá para apoyar al país para enfrentar a los rebeldes prorrusos, vigilar y reforzar la seguridad en las fronteras y que sus fuerzas operen de forma más “eficaz”.
Pero la ayuda excluye armamento y comprende particularmente el envío de equipos de telecomunicaciones, radares, chalecos antibalas, cascos y uniformes.
Luego de la reunión con Obama, Poroshenko habló con periodistas y se mostró evasivo al ser consultado sobre si pidió a Obama que le proveyera armamento.
“Le pedí al presidente aumentar la cooperación en seguridad y defensa y recibí una respuesta positiva”, contestó.
Luego Poroshenko se detuvo fuera de la Casa Blanca y marchó por un parque para saludar a una multitud de simpatizantes que agitaban banderas.
El líder ucraniano viajó a Washington dos días después de que el Parlamento en Kiev ratificara un pacto histórico con la Unión Europea y aprobara una legislación para otorgar más autonomía al este.
Kiev teme la creación de una zona bajo control de los separatistas prorrusos desde la frontera entre Rusia y Ucrania, al este, hasta la frontera con Crimea, al sur. Según la OTAN, Rusia acantonaría 20.000 soldados en su frontera con Ucrania y contaría también con 1.000 militares más en el este del país.
Los países occidentales, que han adoptado sanciones especialmente contra el sector energético y bancario ruso, acusan a Rusia de apoyar militarmente a los separatistas prorrusos, acusaciones que Moscú desmiente.