La empresa Andes asumirá los costos de reparación del gimnasio de Dichato, lo que se preguntan varios concejales es ¿por qué?

Hasta ahora hay una persona desvinculada, un sumario en curso y muchos creen, más responsables.

El gimnasio, ese mismo en que el público no alcanzaba a ver lo que estaba ocurriendo en la cancha por el mal diseño de las butacas, sigue generando controversia.

Ahora, la empresa Andes, la misma que ejecutó el proyecto, se hará cargo de las reparaciones que consisten en el corte programado de la losa, desarme y armado de las graderías, y con el desembolso del bolsillo de Andes por 49 millones 600 mil pesos.

El administrador municipal de Tomé, Osvaldo Arenas, entrega la explicación formal: se llegó a un acuerdo de buenas intenciones con la constructora, que en su rol social y en beneficio de los dichatinos accedió a absorber esta inversión.

Pero no se equivoque, sentenció el concejal ahora independiente Eduardo Aguilera, recordando que la empresa se adjudicó diseño y ejecución, claro, a su juicio, también por la falta de atención de la municipalidad.

En la misma línea, el concejal comunista Humberto Quezada, deja en claro que esto no es responsabilidad social empresarial, sino que solamente responsabilidad en los hechos.

Otra arista es la que entrega el concejal UDI, José Fuenzalida, quien si bien fue discreto en determinar responsables, destacó que las bases determinaban que Andes debía hacer esta reparación.

Para el representante del MAS en el Concejo, Jonathan Hidalgo, esto es simple. La empresa es responsable y por tanto, no sólo debe reparar el gimnasio, sino que deben cursarse acciones.

Costo en la imagen, costo económico, por eso, si bien hay un sumario en curso y un desvinculado que trabajaba a honorarios, hay más responsables técnicos, agregó Hidalgo.

En el entendido, destaca el concejal democratacristiano Oscar del Canto, que al ser de planta el resto de la línea técnica está sujeto a lo que determine la investigación.

Además, el concejal Canto confirmó que el Director de Obras jubila el otro año, por lo que poco le queda en el cargo, que sigue ejerciendo.

En fin, la construcción del gimnasio de Dichato no es una anécdota, es una muestra más de lo mal que se pueden hacer las cosas.

Las declaraciones de las autoridades comunales dejan en claro que nadie se traga eso de la “filántropía empresarial” y menos que una persona, a contrata, aún no titulado, sea el responsable único de una obra de esta envergadura ¿o no es lógico, cree usted?

Un último dato: la empresa Andes es la misma que construye el edificio consistorial de Tomé, inversión de 6 mil millones de pesos.