Tres pilotos de Volkswagen, el francés Sebastian Ogier, primero, el finlandés Jari-Matti Latvala, segundo, y el noruego Andreas Mikkelsen, tercero, están al frente del Rally de Australia, 10ª prueba de 13 esta temporada en el Mundial de Rallies (WRC), este viernes al final de la primera jornada.

La superespecial de Coffs Harbour les permitió tomar el liderato del rally, distanciando al británico Kriss Meeke (Citroën), que acabó cuarto y estuvo en cabeza durante casi todo este viernes.

Meeke se benefició por la mañana (ES1 a ES3) de su posición de salida (8º) y del barrido de las pistas de tierra, que hizo perder tiempo a los primeros pilotos del Mundial, Ogier (1º) y Latvala (2º).

Después los dos corredores de VW Motorsport dominaron la segunda vuelta en las tres especiales de la tarde (ES4 a ES6), con 45 kilómetros cronometrados sobre el mismo recorrido matinal, por lo que la pista estaba ya pisada tras el primer paso y perdieron menos tiempo.

Ogier terminó la jornada muy fuerte, lo que le permitió ponerse en cabeza con cuatro décimas de ventaja sobre su compañero y principal rival en el Mundial, Latvala.

El belga Thierry Neuville (Hyundai), vencedor del Rally de Alemania a finales de agosto, perdió cerca de dos minutos debido a una rotura de la suspensión trasera en la ES5, lo que le hizo perder muchos puestos en la clasificación y terminar el día décimo.

- Meeke: “Progreso paso a paso” -

“Estuve en cabeza en Alemania durante un centenar de metros (antes de abandonar por una salida de pista el domingo por la mañana) y ahora estuve líder durante dos vueltas (de 3 especiales), por lo que podemos decir que he progresado”, se consoló Meeke al final de la jornada tras resistir los ataques de los Volkswagen durante toda la mañana.

“Iban muy rápido y han hecho tiempos increíbles. Estaba cómodo en el tercer tramo de la tarde (ES6). Pero mi objetivo no es ganar un rally contra estos tipos que luchan por el Mundial sino progresar paso a paso”, aclaró el norirlandés.

“Estoy satisfecho por mi jornada, habría firmado un resultado así. Estamos contentos de estar así”, resumió Ogier.

El francés se inquietó por una pequeña fuga de agua en su Polo-R pero mantuvo la calma y lo solucionó “rellenando el radiador con agua antes de cada especial”.

Al final de la superespecial, una gran tormenta tropical cayó sobre Coffs Harbour, lo que augura una 2ª jornada complicada en la que la elección de las ruedas será “crucial”, según Meeke.

Solo habrá dos especiales que se correrán dos veces pero una de ellas (Nambucca) tendrá 50 kilómetros y, si se mantienen las previsiones meteorológicas, estará muy embarrada.