En su reunión mensual de política monetaria, el Consejo del Banco Central de Chile acordó reducir la tasa de interés de política monetaria en 25 puntos base a 3,25% anual.

El ente emisor argumenta que en el ámbito externo, los antecedentes recientes reafirman las perspectivas de recuperación de Estados Unidos y la menor fuerza del crecimiento de la Eurozona. Mientras que las proyecciones de crecimiento para Asia emergente permanecen estables, mientras que en América Latina se confirma la debilidad de parte importante de la región.

Las condiciones financieras externas continúan favorables, agrega el Banco Central, indicando además, que los precios de gran parte de las materias primas se han reducido, mientras que el del cobre ha permanecido relativamente estable.

Afirma también, que los antecedentes de la actividad, la demanda y el empleo siguen dando cuenta del bajo dinamismo de la economía chilena. Aun así, la tasa de desempleo se mantiene baja y la tasa de crecimiento anual de los salarios nominales siguió aumentando.

La inflación de agosto se mantuvo en 4,5% anual y las expectativas de inflación de mediano plazo se mantienen en torno a 3%, aunque aumentaron para fines de este año.

El escenario más probable sigue considerando que la inflación se mantendrá por algunos meses por sobre el límite superior del rango de tolerancia para retornar luego a la meta, evolución que se continuará monitoreando con especial atención.

Las condiciones de financiamiento local siguen siendo en general favorables, reflejando en parte el impacto del estímulo monetario, según afirman desde la institución.

El Consejo evaluará la conveniencia de introducir un mayor estímulo monetario, de acuerdo con la evolución de las condiciones macroeconómicas internas y externas, y sus implicancias para las perspectivas inflacionarias. Al mismo tiempo, reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política.