Estados Unidos amplió este domingo al oeste de Irak su campaña aérea contra los yihadistas, para proteger una represa fundamental, a la espera de formar una coalición internacional con la que combatir más eficazmente al Estado Islámico (EI).

Hasta ahora, las fuerzas estadounidenses habían limitado sus ataques a posiciones del EI al norte de Bagdad, ayudando al Ejército iraquí, los combatientes kurdos y las milicias chiitas a arrebatar a estos sunitas ultrarradicales el control de diversos puntos, como la presa de Mosul, la más importante del país.

El grupo yihadista se había hecho en enero con algunas zonas de la provincia occidental de Al Anbar, de mayoría sunita, pero intensificó su avance en Irak gracias a la ofensiva lanzada el 9 de junio.

“A petición del gobierno de Irak, las fuerzas estadounidenses atacaron a terroristas del EI cerca de Haditha, en la provincia de Al Anbar, para apoyar a las fuerzas de seguridad iraquíes que protegen la represa de Haditha”, indicó el mando militar norteamericano.

“Efectuamos esos ataques para impedir que los terroristas amenacen la seguridad de la represa, que permanece bajo control de las fuerzas de seguridad iraquíes que combaten con el apoyo de tribus sunitas” afirmó el portavoz del Pentágono, contralmirante John Kirby, en un comunicado.

“Una eventual pérdida del control de la represa o un catastrófico fallo de la represa — y la consecuente inundación que generaría — supondría una amenaza para el personal y las instalaciones estadounidenses en Bagdad y sus alrededores, así como para miles de ciudadanos iraquíes” añadió.

Los yihadistas del EI han intentado varias veces hacerse con el control de la represa de Haditha, la segunda más importante de Irak para la producción de electricidad, hasta ahora sin éxito.

- Coalición internacional -

Los nuevos ataques demuestran la determinación de Estados Unidos para combatir al Estado Islámico.

El ejército iraquí se vio totalmente sobrepasado en junio ante la ofensiva yihadista, pero en las últimas semanas consiguió recuperar sectores gracias al apoyo aéreo estadounidense, y a las fuerzas kurdas y chiitas.

La administración de Barack Obama también ha enviado armas a las fuerzas kurdas y más de 800 consejeros militares y soldados para ayudar a las tropas iraquíes.

Obama se esfuerza ahora en poner en marcha una coalición internacional contra el EI, en cuyas filas militan también combatientes europeos y norteamericanos.

El EI ha cometido violaciones, ejecuciones, secuestros y persecuciones contra los habitantes de las zonas que controla en Irak y en la vecina Siria, donde también ha decapitado a dos periodistas estadounidenses, motivo de inginación en la comunidad internacional.

El proyecto de coalición contra el EI comenzó a definirse el viernes durante una cumbre de la OTAN en Reino Unido.

Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Turquía, Polonia, Dinamarca, Canadá y Australia se unieron a la idea de bombardear las zonas controladas por el EI, pero sin mandar tropas terrestres.

El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se entrevistó el sábado con el secretario general de la Liga árabe, Nabil al Arabi, con quien habló de “la necesidad para la Liga árabe y sus miembros de asumir una posición fuerte en el seno de la coalición que se forme contra el EI”.

La organización celebra este domingo un reunión ministerial en El Cairo.

La cuestión de una eventual intervención extranjera en Siria contra el EI sigue en suspenso, ya que los occidentales se niegan a colaborar con el régimen de Bashar al Asad, que además de a los rebeldes moderados, también combate al EI.