La filtración masiva en Internet de fotos de famosas desnudas puso de manifiesto que las celebridades son uno de los objetivos más apetecibles de los hackers y que las medidas de protección de datos son cada vez más vulnerables.

“Vivimos una época en la que los piratas intentan acceder a nuestros datos y en la que celebridades, políticos y empresarios son suceptibles de ser atacados”, asegura el director ejecutivo del centro de reflexión The Future of Privacy, Jules Polonetsky, con sede en Washington.

En su opinión, es difícil saber qué motivó al hacker o hackers a atacar el pasado domingo los sistemas de Apple, en especial la nube iCloud, donde estaban almacenadas las fotografías de algunas famosas como la oscarizada Jennifer Lawrence, la modelo Kate Upton y la cantante Rihanna.

Puede tratarse de “odio, querer humillar a las mujeres o demostrar sus habilidades informáticas”, porque “no parece que el objetivo fuera ganar dinero”, señala.

“Existe una curiosidad innata sobre la vida de los famosos e Internet alienta ciertos comportamientos nefastos e inmorales”, estima de su lado un agente de actores hollywoodiense que desea guardar el anonimato, en conversación con la AFP.

Polonetsky considera no obstante que lo ocurrido se parece más a “un crimen sexual más que a una fuga (de fotos) en Internet”.

Hacia las huellas digitales

Las actrices Scarlett Johansson y Mila Kunis, y la cantante Christina Aguilera sufrieron una situación similar hace varios años, cuando Christopher Chaney robó y difundió fotos suyas desnudas tras meterse en sus correos electrónicos.

Al borde del llanto, Johansson testificó a través de una videoconferencia que se sentía profundamente humillada por Chaney, quien fue condenado a 10 años de cárcel tras declararse culpable.

El agente de estrellas afirma que los representantes de celebridades no suelen aconsejar a sus clientes sobre seguridad cibernética: “De esto se ocupan más bien mánagers y los abogados”.

Además, reconoce que “Hollywood todavía está aprendiendo” que es importante tener a salvo información confidencial y apunta a que la filtración del domingo debería “acelerar los acontecimientos” para “cambiar los hábitos de los famosos”.

La abogada Gloria Allred, especializada en discriminación y agresiones sexuales y que ha representado a varios famosos -entre ellos el actor Sacha Baron Cohen, el político Anthony Weiner y el exgobernador de California Arnold Schwarzenegger-, aconseja a sus clientes que no envíen fotos por email ni las guarden en nubes como iCloud.

“Todo puede ser pirateado, nada es seguro para siempre”, explica a la AFP. “Hay que usar contraseñas complicadas y no reutilizarlas en otras cuentas”.

La vulnerabilidad de las contraseñas de las cuentas se perfila como la clave para entender cómo se produjo el acceso y posterior filtración de las fotos.

“Al parecer (se hizo) con la ayuda de programas que prueban todo tipo de claves”, agrega Polonetsky.

“En el caso de los famosos, es todavía más fácil” adivinar su contraseña porque “todo el mundo sabe dónde han nacido, cómo se llame su mascota o a qué colegio fueron”, subraya.

En consecuencia, es vital usar “un gestor de contraseñas que cree contraseñas difíciles”.

Las nuevas medidas de seguridad de los servidores que envían códigos de autenticación a teléfonos celulares son cada vez más necesarias. Pero las huellas digitales ya apuntan como la única opción para garantizar la seguridad de los datos.