Dos ministros israelíes se sumaron a las críticas internacionales contra la expropiación por Israel de 400 hectáreas de terrenos en Cisjordania.

Esta decisión “perjudica al Estado de Israel”, declaró el ministro de Finanzas Yair Lapid.

Después de la guerra en Gaza, “ya era complicado mantener el apoyo de la comunidad internacional, entonces ¿qué prisas había de suscitar una crisis con Estados Unidos y el resto del mundo?”, se preguntó este martes Lapid durante una conferencia económica.

Israel anunció el domingo que había decretado la expropiación de 400 hectáreas situadas alrededor del bloque de colonias de Gush Etzion, cerca de Belén.

La medida se tomó en reacción al asesinato en este sector de tres jóvenes israelíes en junio, unos crímenes que contribuyeron a desatar la reciente guerra en la Franja de Gaza (8 julio-26 de agosto).

La ministra de Justicia, Tzipi Livni, ya estimó el lunes que esta expropiación “debilita a Israel y afecta a su seguridad”. Además Lvni teme que dañe la relación con Estados Unidos, ya de por sí tensa.

Esta expropiación sin precedentes desde los años 1980, según la organización anticolonización “Paz Ahora”, ha suscitado una oleada de críticas internacionales.

La comunidad internacional considera ilegales las colonias en territorio ocupado.

En cambio el ministro de Economía, Naftali Bennett, jefe del partido nacionalista religioso Hogar Judío, ha justificado la medida.

“Hace 120 años que el mundo se opone a que construyamos, seguiremos haciéndolo”, dijo. El movimiento islamista “Hamas asesina. Nosotros construimos”, afirmó.