El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió este viernes de madrugada a los separatistas prorrusos que abran un “corredor humanitario” para las tropas ucranianas rodeadas tras la toma de control por parte de los rebeldes de la ciudad estratégica de Novoazovsk, en el este de Ucrania.

“Llamo a las fuerzas rebeldes a que abran un corredor humanitario para las tropas ucranianas que quedaron rodeadas, con el fin de evitar víctimas inútiles y darles la oportunidad de retirarse de la zona de operaciones”, declaró Putin en un comunicado destinado a los “insurgentes de Novorossia”.

Los soldados ucranianos se hallaron cercados tras “los éxitos considerables (de los separatistas) contra la operación militar de Kiev”, continuó el presidente, que llamó al gobierno ucraniano a “cesar los combates, establecer un alto el fuego y negociar con los representantes de (la región de) Donbass”.

También pidió a los insurgentes suministrar “ayuda médica” a los soldados heridos, agregando que Rusia está “dispuesta a proveer ayudar humanitaria a la población de Donbass”.

“Con todo el respeto debido (…) hacia el presidente de un país que nos ayuda sobre todo moralmente, estamos dispuestos a abrir para las unidades ucranianas, cercadas en un avispero, un corredor humanitario, siempre y cuando nos entreguen las armas y municiones”, respondió el viernes por la mañana el “primer ministro” de Donetsk a la cadena de televisión rusa Rossiya 24.

Rusia es acusada por los occidentales y Kiev de apoyar a los separatistas prorrusos contra el ejército ucraniano y de haber enviado soldados a ayudarles, más de mil según la OTAN.

Kiev afirmó el jueves que las “tropas rusas” tomaron el control de la ciudad fronteriza de Novoazovsk, de unos 11.000 habitantes, a 100 km al sur del bastión rebelde de Donetsk.