La marina militar italiana encontró este domingo 18 cadáveres en un bote a la deriva al sur de la isla de Lampedusa, en el último de una larga serie de dramas de la inmigración clandestina en el Mediterráneo.

El buque “Sirio” localizó el bote, cuyo motor se había averiado, y al alcanzarlo encontró los cadáveres junto a 73 supervivientes, según la prensa italiana.

El capitán del “Sirio”, Marco Bilardi, confirmó la información a la cadena SkyTG24: “Cuando nuestro helicóptero sobrevoló la embarcación, estaba zozobrando. Había personas en el agua. Se les lanzaron boyas salvavidas y chalecos,” dijo.

Los supervivientes afirmaron que había 99 personas a bordo cuando iniciaron la travesía y que otros ocho pasajeros seguían desaparecidos, pero el capitán Bilardi dijo que la tripulación no halló rastro alguno de ellos.

Los 73 inmigrantes se sumaron a bordo del “Sirio” a otros 193 que habían sido socorridos previamente en otras operaciones.

Un último rescate de la marina permitió el domingo atender a otros 215 inmigrantes, entre ellos 55 mujeres y 38 niños. Estos fueron acogidos a bordo del buque “Fenice”.

Otro navío militar, el “San Giusto”, trasladaba a unos 900 inmigrantes rescatados durante varias operaciones hacia las costas italianas. Entre estos, unas 500 personas, principalmente sirios y libaneses, habían sido socorridos a bordo de dos botes, muchos de ellos deshidratados e incluso inconscientes.

Como estaba previsto, el barco “Fasan” llegó el domingo al gran puerto de Reggio di Calabria (sur) con 1.373 inmigrantes a bordo, entre ellos 1.014 hombres, 200 mujeres y 159 menores, socorridos en los últimos días.

Una cincuentena de ellos, que sufrían sarna, fueron atendidos por los servicios médicos a su llegada.

El cadáver de un hombre, que habría muerto tras ser golpeado con una barra de hierro por un organizador de estas travesías clandestinas, se hallaba a bordo del “Fasan”.

Más de 3.500 hombres, mujeres y niños, principalmente sirios y eritreos, han sido salvados desde el viernes en el canal de Sicilia (entre esta isla y las costas de Libia y Túnez) por la marina militar, los guardias fronterizos y los buques mercantes, según los socorristas.

El sábado fue una jornada especialmente movida, con numerosas intervenciones por parte de la marina y de los guardias fronterizos.

Después de dos grandes naufragios el año pasado, que dejaron más de 400 muertos, Italia puso en marcha la operación “Mare Nostrum” para rescatar las numerosas embarcaciones en dificultad que llegan en su mayoría de Libia, sumida en el caos.

El ministro italiano del Interior, Angelino Alfano, pidió de nuevo a Europa un plan de acción decisivo y rápido.

“Hay que estar ciego para no ver lo que está pasando: cuanto más se agrava el problema en la frontera del Mediterráneo, más nos damos cuenta de que ‘Mare Nostrum’ debe ser reemplazada por una acción europea”, declaró el ministro al diario Corriere della Sera.

Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 100.000 personas llegaron a Italia por mar desde principios de 2014. Muchos de ellos se han ido a otros países de Europa.