Tigres del Norte tienen su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood

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La banda de música norteña mexicana Los Tigres del Norte, que llegó a ser vetada en México por supuesta apología del delito con sus narcocorridos, recibió el jueves una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, Estados Unidos.

Esta distinción llegó a pesar que muchas de sus canciones a menudo cuentan las leyendas de los jefes de los cárteles o relatan historias vinculadas al mundo del narco, como el caso de “La reina del sur” y “La Granja”. Por ellas, Los Tigres tuvieron prohibido actuar en el estado mexicano de Chihuahua (norte) en 2012.

Este jueves en Hollywood, el corazón del espectáculo en un país que ha dedicado firmemente más de 40 años a la guerra contra las drogas, incluso fuera de fronteras, inmortalizó a Los Tigres del Norte con la estrella número 2.527 del Paseo de la Fama.

Ante una emocionada multitud aglomerada en las aceras del Hollywood Boulevard, a los pies de la colina que lleva el célebre cartel, las autoridades de la ciudad honraron a los hermanos Hernández (Jorge, Hernán, Eduardo y Luis) y su primo Óscar Lara.

“Por este acontecimiento tan grande para nosotros queremos agradecerles a todos ustedes, que nos han apoyado por muchos años”, dijo Hernán.

“Se lo dedico a la verdadera jefa de jefas, mi esposa Ana”, bromeó.

Acudieron a la ceremonia el cantante mexicano Marco Antonio Solís y los familiares de los integrantes de la banda, que llegaron en dos autobuses repletos.

Tras develar la baldosa roja con forma de estrella, los cinco músicos, vestidos sobriamente de saco oscuro y corbata, enarbolaron junto a Solís una bandera mexicana.

Mitch O’Farrell, representante de la ciudad de Los Ángeles, dijo que los Tigres “abrieron nuevos mundos y ayudaron para que la música mexicana se hiciera accesible para el disfrute de todos”.

Los Tigres del Norte han vendido más de 37 millones de discos en todo el mundo, han ganado seis premios Grammy y seis Grammy Latinos y recibieron además el reconocimiento honorífico de la Academia Latina de la Grabación.

Guiados por el mayor, Jorge, cuando tenía 14 años, los hermanos Hernández abandonaron su casa en Mocorito, Sinaloa (norte de México), en 1968 y emigraron a California con la esperanza de tener una vida mejor. Se habían instalado eventualmente en San José, al norte de Los Ángeles.

Un oficial de migración los apodó “little tigers” (pequeños tigres) cuando cruzaban la frontera. Esa anécdota, sumada al hecho de que se dirigían al norte, inspiró el nombre de la banda.

Pero los Tigres no componen sólo narcocorridos, un género que aborda el tema del narcotráfico. También tocan temas típicos de la música norteña -de origen rural que se apoya en el acordeón y el bajo pronunciado- como el amor, la migración, la valla en la frontera con México y las dificultades que sufren los indocumentados.

“Lo que tiene de particularmente significativo esta estrella de Hollywood es que Los Tigres representan un aspecto de la cultura que es omnipresente y que, sin embargo, sigue siendo invisible en la corriente dominante”, escribió en el diario local Los Angeles Times la columnista Carolina Miranda.

En 2012 la banda estuvo vetada en Chihuahua, uno de los estados más violentos de México por las disputas criminales. El género volvió a ser legal al año siguiente tras una decisión judicial.

Los Tigres aseguran que no hacen apología del delito y que, por ejemplo, “La Granja” es una crítica a la forma como se aborda la guerra contra las drogas.

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La banda de música norteña mexicana Los Tigres del Norte, que llegó a ser vetada en México por supuesta apología del delito con sus narcocorridos, recibió el jueves una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, Estados Unidos.

Esta distinción llegó a pesar que muchas de sus canciones a menudo cuentan las leyendas de los jefes de los cárteles o relatan historias vinculadas al mundo del narco, como el caso de “La reina del sur” y “La Granja”. Por ellas, Los Tigres tuvieron prohibido actuar en el estado mexicano de Chihuahua (norte) en 2012.

Este jueves en Hollywood, el corazón del espectáculo en un país que ha dedicado firmemente más de 40 años a la guerra contra las drogas, incluso fuera de fronteras, inmortalizó a Los Tigres del Norte con la estrella número 2.527 del Paseo de la Fama.

Ante una emocionada multitud aglomerada en las aceras del Hollywood Boulevard, a los pies de la colina que lleva el célebre cartel, las autoridades de la ciudad honraron a los hermanos Hernández (Jorge, Hernán, Eduardo y Luis) y su primo Óscar Lara.

“Por este acontecimiento tan grande para nosotros queremos agradecerles a todos ustedes, que nos han apoyado por muchos años”, dijo Hernán.

“Se lo dedico a la verdadera jefa de jefas, mi esposa Ana”, bromeó.

Acudieron a la ceremonia el cantante mexicano Marco Antonio Solís y los familiares de los integrantes de la banda, que llegaron en dos autobuses repletos.

Tras develar la baldosa roja con forma de estrella, los cinco músicos, vestidos sobriamente de saco oscuro y corbata, enarbolaron junto a Solís una bandera mexicana.

Mitch O’Farrell, representante de la ciudad de Los Ángeles, dijo que los Tigres “abrieron nuevos mundos y ayudaron para que la música mexicana se hiciera accesible para el disfrute de todos”.

Los Tigres del Norte han vendido más de 37 millones de discos en todo el mundo, han ganado seis premios Grammy y seis Grammy Latinos y recibieron además el reconocimiento honorífico de la Academia Latina de la Grabación.

Guiados por el mayor, Jorge, cuando tenía 14 años, los hermanos Hernández abandonaron su casa en Mocorito, Sinaloa (norte de México), en 1968 y emigraron a California con la esperanza de tener una vida mejor. Se habían instalado eventualmente en San José, al norte de Los Ángeles.

Un oficial de migración los apodó “little tigers” (pequeños tigres) cuando cruzaban la frontera. Esa anécdota, sumada al hecho de que se dirigían al norte, inspiró el nombre de la banda.

Pero los Tigres no componen sólo narcocorridos, un género que aborda el tema del narcotráfico. También tocan temas típicos de la música norteña -de origen rural que se apoya en el acordeón y el bajo pronunciado- como el amor, la migración, la valla en la frontera con México y las dificultades que sufren los indocumentados.

“Lo que tiene de particularmente significativo esta estrella de Hollywood es que Los Tigres representan un aspecto de la cultura que es omnipresente y que, sin embargo, sigue siendo invisible en la corriente dominante”, escribió en el diario local Los Angeles Times la columnista Carolina Miranda.

En 2012 la banda estuvo vetada en Chihuahua, uno de los estados más violentos de México por las disputas criminales. El género volvió a ser legal al año siguiente tras una decisión judicial.

Los Tigres aseguran que no hacen apología del delito y que, por ejemplo, “La Granja” es una crítica a la forma como se aborda la guerra contra las drogas.

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