En febrero de 2010, justo antes del terremoto, llegó a Talcahuano el último crucero que ha pasado por las costas de la región del Bío Bío. Una alianza público privada busca hoy atraer nuevamente esta industria mundial a la ciudad puerto.

Talcahuano supo de los beneficios que significa para las ciudades la recalada de una embarcación de estas características. A fines de la década pasada, varios cruceros se cobijaron en la Bahía trayendo turistas que inyectaron energía a la actividad hotelera, comercial y de servicios en distintas comunas del Gran Concepción.

Esto se perdió debido al daño infringido por el terremoto en Talcahuano, sin embargo la ciudad ansía volver a ser parte de esta industria, con el apoyo de Sernatur, cuya directora Paola Núñez, comprometió todos los esfuerzos de la entidad en lograrlo.

Para el presidente de la Corporación de Puertos del Cono Sur, Gonzalo Davagnino, se dan las condiciones de atracción turística, pues a los norteamericanos o europeos les llama mucho la atención por ejemplo visitar el Huáscar, por el significado que tiene haber librado allí una batalla naval.

El personero apela incluso a la posibilidad de explotar la reconstrucción que Talcahuano puede mostrar, algo así como los turistas que van a Nueva York y no pueden dejar de pasar por la zona cero.

El alcalde de Talcahuano cree que están dadas las condiciones para atraer a la comuna la industria de los cruceros, y que esto va de la mano de enormes beneficios en términos económicos.

De esta manera, la ciudad puerto aspira a ser considerada de nuevo como una de las joyas de la costa pacífico, así como Valparaíso y Puerto Montt, que gozan periódicamente del paso de un crucero por sus bahías.