Un hombre experto en informática equipó a su gato para espiar y hackear redes inalámbricas WiFi dentro de su barrio, en Washington, DC.

Se trata de Gene Bransfield, quien puso a ‘Coco’ -como se llama el felino siamés- un collar que contenía una placa base Spark Core, un chip GPS, una tarjeta WiFi y una batería recargable, denominada “WarKitteh”.

Los elementos con que funciona el collar | Gene Bransfield

Los elementos con que funciona el collar | Gene Bransfield

El aparato sirve como scanner, el que gracias a las andanzas de ‘Coco’ permitía descubrir y geolocalizar lugares con redes WiFi sin protección, o con seguridad débil, basadas en WEP, una encriptación con más de 10 años que es fácilmente manipulable por terceros.

La revista de tecnología Wired explica que Bransfield realizó el experimento con la intención de llamar la atención ante lo vulnerables que son algunas personas con sus señales de internet.

“Mi intención no era mostrarle a la gente dónde pueden conseguir WiFi. Sólo le puse tecnología al gato y le dejé dar vueltas porque la idea me divertía”, afirmó, agregando que el resultado fue sorprendente ya que encontró muchos puntos abiertos.

Anteriormente, cuenta, tuvo un prototipo similar con otro gato perteneciente a un amigo, al que le puso un celular HTC rastreador en un bolsillo de una chaqueta para mascotas, pero los movimientos del felino terminaron por estropear y perder el aparato.

“Fue un desastre. Ese gato todavía me debe un teléfono“, reclama.

Los resultados de su trabajo -y de ‘Coco’- fueron expuestos en la convención de hackers DefCon, en Las Vegas, Estados Unidos, donde se explicó que para elaborar el “WarKitteh” se requieren sólo 100 dólares ($58 mil aprox.).