Las autoridades ucranianas afirmaron este viernes haber destruido parte de una columna de blindados rusos que entraron la víspera en su territorio, anuncio que provocó un recrudecimiento de la tensión entre Kiev y Moscú, que niega estas acusaciones.

El aumento de la actividad rusa para desestabilizar Ucrania estas últimas semanas es “extremadamente peligroso y provocador”, denunció en un comunicado Caitlin Hayden, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional del presidente estadounidense Barack Obama.

Añadiendo que Rusia no tiene “ningún derecho a enviar vehículos, personal o material de cualquier tipo a Ucrania sin la autorización del gobierno” de este país.

La tensión recrudeció después de que periodistas británicos informaran de que 23 vehículos blindados de transporte de tropas rusas, apoyados por vehículos logísticos, atravesaron la frontera el jueves por la noche cerca del puesto fronterizo de Donetsk, por donde debe pasar el convoy humanitario ruso destinado a las víctimas de los cuatro meses de conflicto en el este de Ucrania.

Un responsable del ministerio de Defensa ruso, el general Igor Konachenkov, citado por las agencias de prensa rusas, afirmó que “ningún convoy militar ruso cruzó la frontera” entre ambos países. Moscú denunció “los intentos (del lado ucraniano) de hacer fracasar” la entrada de un convoy de ayuda humanitaria ruso en el este de Ucrania.

Para intentar apaciguar la situación, el jefe de la diplomacia ucraniana, Pavlo Klimkin, anunció que se reunirá con sus homólogos ruso, francés y alemán el domingo en Berlín. “Poco importa que sea una mesa redonda o cuadrada, es necesario que hablemos”, escribió Klimkin en Twitter.

Al evocar la incursión de blindados rusos, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, afirmó que “una gran parte de ese material” había sido “destruido en la noche por la artillería ucraniana”, durante una conversación telefónica con el primer ministro británico, David Cameron.

“Una acción apropiada ha sido llevada a cabo contra esta columna y una parte de ella ya no existe, ha sido destruida”, dijo el portavoz militar ucraniano Andri Lysenko.

Advertencias occidentales

Moscú ha desmentido cualquier incursión de las tropas rusas o de material a través de la frontera, como le han acusado en varias ocasiones Kiev y los países occidentales.

Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) urgieron este viernes a Rusia a “detener inmediatamente cualquier tipo de hostilidad” en la frontera con Ucrania.

La canciller alemana, Angela Merkel, por su parte, instó el viernes por teléfono al presidente ruso, Vladimir Putin, a “poner fin al flujo de material militar, consejeros militares y personal armado a través de la frontera con Ucrania”.

“Para lograr un alto el fuego lo más rápido posible, la canciller pidió al presidente ruso que contribuya al apaciguamiento de la situación” en el este del país, indicó en un comunicado la oficina de Merkel.

La cancillería británica convocó al embajador ruso en Londres para “aclarar las noticias de una incursión militar en Ucrania”, mientras que París instó el viernes a Rusia a “respetar la integridad territorial de Ucrania”.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, estimó que esta acción demostraría “claramente la implicación de Rusia en la desestabilización de Ucrania”.

Tras el recrudecimiento del conflicto en Ucrania, varias bolsas europeas cerraron el viernes a la baja, en particular, Fráncfort, que perdió un 1,44%. Londres cerró en cambio en leve alza de un 0,06%.

Aunque la OTAN y Kiev confirmaron la incursión de blindados rusos, el jefe de la misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en la región, Paul Picard, aseguró que los observadores de la organizaciones no vieron “ningún camión o vehículo blindado atravesar la frontera”, en concreto, en sus “dos puntos de observación: los puestos de control de Gukovo y Donetsk”.

Convoy humanitario ruso bloqueado

Moscú acusa a Kiev de echar leña al fuego. “La intensificación brutal de las operaciones militares” ucranianas en esa región “tiene como objetivo, según todo parece indicar, cortar el itinerario convenido con Kiev” para el paso del convoy humanitario ruso, aseguró la cancillería rusa.

Los 300 camiones rusos, que transportan 1.800 toneladas de ayuda humanitaria según Moscú, continuaban estacionados este viernes a unos 30 kilómetros del puesto fronterizo de Donetsk (homónimo del bastión rebelde en el este de Ucrania), constató la AFP.

Según un portavoz militar ucraniano, 41 guardias fronterizos y 18 de aduanas llegaron a Donetsk para inspeccionar los camiones, si bien todavía no habían comenzado a trabajar a la espera de los documentos de Cruz Roja, organización que se encargará de la distribución de la ayuda.

Ucrania y numerosos países occidentales temen que el convoy, que partió el martes de una base militar cercana a Moscú, sirva de tapadera para una intervención militar de Rusia, a la que acusan de armar a los separtistas prorrusos.

Moscú rechaza estas acusaciones. El presidente Putin, se comprometió el viernes durante un encuentro con su homólogo finlandés a hacer todo lo posible para entregar la ayuda a los civiles víctimas del conflicto.

Además, el ministro de Defensa ruso, Serguei Choigu, aseguró el viernes a su homólogo estadounidense, Chuck Hagel, que ningún soldado ruso se encontraba en el convoy de ayuda enviado por Moscú a Ucrania. Choigu ha “garantizado que no había personal militar ruso en el convoy humanitario y que este convoy no sería utilizado como pretexto para intervenir más en Ucrania”, según indicó el Pentágono.

Kiev aceptó finalmente el paso del convoy humanitario ruso, a través del territorio controlado por los separatistas prorrusos en el este de Ucrania.

La situación humanitaria no para de degradarse en el este, donde el avance del ejército ucraniano deja numerosas víctimas civiles. Estados Unidos exhortó el jueves a Ucrania a la “mesura”.

En la región de Donetsk, principal bastión separatista donde los combates se intensificaron en el centro de la capital, 11 civiles murieron en 24 horas, indicó el viernes el ayuntamiento.

Kiev reivindicó por su parte el jueves la toma bajo control de la carretera entre Lugansk y la frontera rusa, cortando así el itinerario previsto inicialmente por el convoy humanitario ruso.