Aunque la anorexia se asocia a la baja autoestima, sentimientos de tristeza, autodestrucción y perfeccionismo, la proliferación de los foros “pro ana” (a favor de la anorexia) en internet, han hecho que muchas chicas sientan orgullo y emociones positivas respecto a su condición.

Estos espacios se caracterizan por mostrar “historias de éxito” de chicas que lograron perder varios kilos producto del trastorno y fotos de “thinspiration”, es decir, imágenes de celebridades delgadas que se usan como inspiración o meta del cuerpo que quieren conseguir.

“Algunas mujeres con anorexia están experimentando algunos sentimientos positivos”, expresó el psicólogo clínico e investigador Edward Selby en entrevista con el diario electrónico The Huffington Post.

Selby y su equipo de investigación analizaron los datos de 118 mujeres de entre 18 y 58 años, que estaban en tratamiento contra la anorexia. Las participantes debieron comentar sus sentimientos acerca de la ingesta de alimentos y la pérdida de peso, cinco veces al día durante dos semanas.

Los resultados publicados en la revista académica Clinical Psychological Science, mostraron que muchas de las mujeres confundían la sensación de orgullo por perder peso con emociones positivas como confianza o logro.

Estudios previos han demostrado que pacientes con trastornos alimentarios pueden tener problemas para “dar sentido” a sus emociones, pero se centraban en las sensaciones negativas y no las positivas.

Selby explica que estas emociones agradables asociadas a la enfermedad dificultan el tratamiento, por lo que es necesario dar un giro hacia “la construcción de una nueva identidad mediante la búsqueda de emociones positivas a través de otras cosas.”

“Nosotros no pretendemos restar importancia al papel del estrés y las emociones negativas que participan en la anorexia. Muchas de las mujeres tienen una vida estresante muy problemática, y luego encuentran cosas positivas en la anorexia”, dice la experta.

Por ello, es importante detectar si existen estos sentimientos positivos en las pacientes, para enfocar el tratamiento en el hallazgo de una nueva fuente de emociones agradables.