Carlo Tavecchio fue elegido este lunes presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), al obtener el 63,63% de los votos y a pesar del escándalo que protagonizó por unas declaraciones racistas a finales de julio.

“Seré el presidente de todo el mundo, en particular de aquellos que expresaron su desaprobación”, dijo Tavecchio en su primera declaración tras ser elegido.

Llorando de emoción, el nuevo presidente confesó en un breve discurso ante la asamblea federal del fútbol italiano “estar incómodo hablando” y prometió “esforzarse para mejorar su forma de ser, un poco ruda”.

Tavecchio declaró el 25 de julio, cuando era vicepresidente de la FIGC, que “‘Opti Poba’ (sic) llegó aquí y antes comía plátanos, hoy juega de titular en la Serie A”.

Esas declaraciones, en las que se interpretó que se refería al francés Paul Pogba, de la Juventus, provocaron una gran polémica en Italia, pero Tavecchio se negó a retirar su candidatura.

Tavecchio, de 71 años, se limitó a excusarse y a decir que no se refería a nadie en concreto, negándose a retirarse de la carrera a la presidencia federativa.