Más de alguna vez, luego de mover la cabeza de manera muy rápida o girar el cuerpo bruscamente, hemos sentido una sensación comúnmente llamada mareo. Una reacción que no parece preocupante, pero que puede deberse a problemas en los oídos, en la visión o daños en la esfera neurológica, y que dentro de la comunidad médica es conocido como trastorno del equilibrio.

Patricio Sepúlveda, Otorrinolaringólogo, señala que el mareo corresponde a una sensación de movimiento o vaivén, tal como el que se produce al estar en un bote, y que pueden ser sentidos estando de pie o sentados.

Pero hay que diferenciar al mareo del desequilibrio y del vértigo.

En muchas ocasiones las personas asocian directamente estos mareos al vértigo. Sin embargo Sepúlveda hace una distinción indicando que a veces se trata de desequilibrios, los que se pueden ejemplificar “cuando una persona camina, pero su cuerpo se mueve hacia los lados, provocando inseguridades que lo obligan, en muchos casos, a sujetarse para evitar caer” y más que nada representa problemas para el desplazamiento.

El desequilibrio no necesariamente tiene relación con el oído interno, en ocasiones puede dar señales de anomalías en la esfera neurológica.

Mientras tanto el vértigo, corresponde a un trastorno que implica una sensación rotatoria que provoca una pérdida del equilibrio general.

Para ejemplificar la sensación provocada por este último, se puede remontar a uno de los típicos juegos de infancia que consistía en girar gran cantidad de veces sobre nuestro eje, luego parar y tratar de caminar, momento en que nuestro entorno parece girar de manera muy rápida.

En algunas ocasiones el vértigo puede ser acompañado por nauseas, sudoraciones, vómitos, calor o pérdida del estado de alerta, tal como señala la revista Forbes.

Frecuentemente, los episodios de vértigo se relacionan con anomalías en el oído, pero tal como sucede en el caso del desequilibrio, también puede significar una alteración a nivel neuronal. Es importante destacar que el Vértigo es más un síntoma que una enfermedad.

En resumen, podemos decir que un mareo es una sensación de vaivén, por su parte el desequilibrio se refiere a problemas en la marcha, mientras que el vértigo se caracteriza por un movimiento rotatorio.

Wikimedia Commons

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En diversas ocasiones, las personas señalan que sienten mareos al viajar a bordo de un barco, tren o avión, lo que es directamente asociado por la población al vértigo, sin embargo, el especialista Patricio Sepúlveda, indica que se trata de episodios de mareos provocados por el movimiento vehicular, lo que se denomina cinetosis.

Por su parte, Luis Cantillano, neurólogo del Hospital Regional de Concepción, señala que frecuentemente las personas que sufren cuadros psicológicos, y por lo mismo se encuentran muy tensas pueden experimentar mareos. Esto ocurre porque la tensión emocional hace que la musculatura se contracture y en particular nuestro cuello, que es la parte del cuerpo más vulnerable a los cuadros de tensión. Esto último, a su vez genera dificultades en la circulación de la sangre, específicamente en una arteria que irriga, entre otras cosas, al cerebelo.

Con esto coincide el neurológo Rubén Torres, quien señala que muchas veces la tensión emocional, ansiedad constante o la fatiga pueden desencadenar estos mareos. Pero si esto ocurre, es bueno antes descartar problemas cardíacos, anemias, bajas de glicemia.

Además, señala que es común atribuir los mareos a la baja de presión arterial, sin embargo, indica que muchas veces se trata de un diagnóstico erróneo, puesto que el mareo ocasionalmente va acompañando de una sensación de angustia o tensión emocional, lo que puede provocar un alza de presión.

¿Cuándo consultar a un especialista?

Si bien todos en algún momento de nuestra vida hemos sufrido mareos, cuando se advierte de un inicio brusco de éstos episodios, de vértigo o desequilibrio prolongado y persistente, es necesario buscar atención médica para determinar la causa de dicho problema.

Cabe destacar que cuando el vértigo es acompañado por molestias en los oídos, tales como bajas auditivas (sensación de oídos tapados), sumado a ruidos o zumbidos extraños se debe consultar a un otorrino.

Mientras que vértigo cuando no es muy severo, pero acarrea síntomas como dolores de cabeza muy intensos, se recomienda la opinión de un neurólogo.