En 1951, The Fortunes lanzó su exitoso single “Here comes that rainy day feeling again” (Aqui viene otra vez ese sentimiento de día lluvioso), una nostálgica tonada que parece retratar muy bien el desánimo de miles de personas ante lo que comúnmente describimos como “mal tiempo”.

¿Por qué a algunas personas les es indiferente la lluvia -o incluso la disfrutan- mientras otras se sienten realmente deprimidas? Más aún, ¿por qué algunos sienten que el invierno es la peor época del año para sus emociones?

Si estás en este grupo, debes saber que no estás solo. Hace años se dio a conocer el SAD (Seasonal Affective Desorder) o Desorden Afectivo Estacional, un efecto psicológico que parece afectar a un importante porcentaje de la población durante los meses del otoño y el invierno.

Según detalla la prestigiosa Clínica Mayo de Estados Unidos, existen 11 síntomas comunes que desarrolla una persona afectada de SAD:

1. Depresión
2. Desesperanza
3. Ansiedad
4. Pérdida de energía
5. Sensación de “pesadez” en brazos y piernas
6. Falta de socialización
7. Exceso de sueño
8. Pérdida de interés en las actividades que normalmente disfrutamos
9. Cambios en el apetito, sobre todo deseos de comer carbohidratos (pastas)
10. Aumento de peso
11. Dificultad para concentrarte

Si tienes uno o más de estos síntomas, no es signo de alarma inmediata. Es normal sentirse deprimido una o varias veces al año. Sin embargo debes estar atento a situaciones que afecten el normal desarrollo de tu vida diaria, como cambios en tus rutinas de sueño o en tu esquema de alimentación, así como el experimentar sensación de desesperanza, pensamientos suicidas o el recurrir al alcohol para reconfortarte.

De igual manera, debes estar atento a 4 situaciones de riesgo que aumentan los efectos del SAD:

- Las mujeres tienden a sufrirlo en mayor medida que los hombres.
- Quienes habitan zonas apartadas del ecuador (como Chile) debido a la menor recepción de luz.
- Las personas quienes posean un historial de depresión en sus familias.
- Padecer de depresión clínica o trastorno bipolar.

Posibles Tratamientos

Aún no está del todo claro qué origina este curioso efecto estacional. Los especialistas piensan que puede estar relacionado con una irregularidad del ciclo circadiano debido a los cambios en la duración del día y la noche durante el invierno; la caída en los niveles de serotonina debido a la escasez de luz, lo cual gatilla cambios de ánimo; o los cambios en los niveles de melatonina en el cuerpo por las mismas razones, lo cual afecta los patrones de sueño y emotividad.

Independiente del origen, ¿sientes que el SAD está afectando tu vida? La Clínica Mayo sugiere varios caminos que puedes adoptar. Una parte de ellos son hábitos caseros que te ayudarán a prevenir o remediar los principales síntomas mientras esperas la llegada de la estación estival.

Haz tu entorno lo más brillante y cálido posible: Una medida sencilla es abrir las cortinas o persianas, podar las ramas que puedan obstruir la llegada de la valiosa luz solar, o ubicar tu lugar de trabajo o descanso más cerca de las ventanas.

Sal al exterior: Aún cuando esté nublado, salir a la calle o pasear por un parque puede hacer una gran diferencia en tu día, sobre todo si aprovechas de hacerlo durante las primeras dos horas después de levantarte.

Ejercítate regularmente: El ejercicio físico ayuda a lidiar con el estrés y la ansiedad, lo que facilitará que puedas sobrellevar los meses invernales de mejor forma.

Otras opciones sencillas de seguir son asegurarte de tener el suficiente tiempo de descanso y relajación, socializar en compañía de otras personas, e incluso aprovechar de tener una pequeña escapada vacacional -de ser posible- a un lugar más soleado.

Ahora, si ninguna de estas sugerencias funciona y aún sientes que se está afectando tu vida, la mejor decisión es solicitar ayuda profesional. Un psiquiatra podrá recetar terapias que van desde la exposición a “cajas de luz” (muy efectivas en personas a quienes la falta de luz trastorna su ánimo), e incluso tratamiento psicológico o con fármacos para regularizar los niveles normales de químicos en el cuerpo.

¿Sabías que también existe un SAD… en verano?

Aunque el más frecuente está ligado al invierno, los trastornos estacionales también pueden afectar a algunas personas durante la temporada estival.

En este caso sin embargo lo síntomas serán muy distintos, entre ellos la ansiedad, problemas de insomnio, irritabilidad, agitación, pérdida de peso, problemas de apetito y un aumento del deseo sexual.

De igual forma, si sientes que estos problemas están afectando tu vida normal, es hora de visitar a un especialista.