El uruguayo Eugenio Figueredo renunció como presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF) para asumir como vicepresidente de la FIFA en sustitución del fallecido dirigente argentino Julio Grondona, informó oficialmente la Conmebol el viernes.

El comité ejecutivo de la Conmebol (como se conoce a la CSF) eligió al paraguayo Juan Angel Napout como su presidente interino hasta el congreso del 1 de mayo de 2015.

Figueredo ejercía como titular de la entidad rectora del fútbol sudamericano desde abril de 2013, cuando sustituyó al paraguayo Nicolás Leoz.

Grondona, que murió el pasado 30 de julio a los 82 años, además de vicepresidente de la FIFA y a cargo de la Comisión de Finanzas, fue titular de la Asociación del Fútbol Argentino durante 35 años.

Figueredo nació el 10 de marzo de 1932 en Santa Lucía, Uruguay.

Fue lateral derecho del club Huracán Buceo y presidió esa institución entre 1971 y 1972. Se desempeñó ininterrumpidamente en la vicepresidencia de la Conmebol desde 1993.

Napout, de 56 años, se desempeñaba como vicepresidente de la Conmebol y presidente, desde 2007, de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), y desde 1988 como vice y luego presidente del popular club Cerro Porteño.

La Conmebol hizo el anuncio la tarde del viernes en su sede permanente en Asunción.

El colombiano Luis Bedoya asumirá como vicepresidente primero y el chileno Sergio Jaude será el vicepresidente segundo.

Napout fue el portavoz de la decisión del comité ejecutivo en una rueda de prensa.

El paraguayo dijo estar “plenamente preparado” para la función.

El nuevo titular de la Confederación Sudamericana se comprometió “a ser un soldado más para defender los intereses y el prestigio del fútbol sudamericano” junto con los delegados del continente ante la FIFA.

Recordó que dicha defensa se basará en los resultados de la última Copa del Mundo Brasil 2014 donde, de seis participantes, cinco clasificaron a octavos de final, “arriba del 80%”.

“En semifinales y finales tuvo un protagonismo de 50%, algo que ninguna confederación del mundo consiguió”.

Napout prometió “no favorecer a nadie, no perjudicar a nadie y hacer lo que se debe hacer”.

Preguntado sobre su continuidad después de mayo de 2015, dijo que “dependerá de los representantes de los países en la Confederación”.