La Confederación Nacional de Dueños de Camiones (CNDC) manifestó este viernes su preocupación por la llamada “ley corta portuaria”, que se tramita en el Congreso, por los efectos que podría presentar en el sector, al aumentar los tiempos de operaciones de carga y descarga.

El gremio señaló que la aplicación del cuerpo legal en la práctica debe ser observado con mucha atención, pues se trata de agregar media hora a la jornada de trabajo de los operadores portuarios.

“A los transportistas nos interesa que las operaciones de carga y descarga sean expeditas, que no se añadan nuevas esperas a las que habitualmente hay. Eso, en último término, va a ser responsabilidad de las empresas portuarias, que deberán reestructurar sus operaciones de manera de no perjudicar a los clientes y a quienes transportamos las cargas, los camioneros”, afirmó el presidente de la CNDC, Juan Araya.

A principios de año el prolongado paro portuario por los horarios de colaciones en los terminales marítimos impidió los fletes de embarques, situación que causó costos a las empresas, que dejaron de facturar casi un mes completo.

Según Araya, la aplicación de la “ley corta” influirá en el transporte terrestre en la medida en que los tiempos de colación se sumen a otros de las faenas portuarias, agregando lo que se conoce como “tiempos muertos”. La ley laboral establece que los conductores de camiones pueden llegar a un tope de 88 horas mensuales de tiempos extras por esperas y no pueden pasar de ese límite.

En caso de retardos en los puertos se sumará otro costo oculto, el del camión inmovilizado esperando carga o descarga, y por lo tanto impedido de hacer otros viajes, con efectos negativos en la facturación y rentabilidad de las empresas.