Las armas callaron el martes en Gaza al iniciarse una tregua de 72 horas entre el movimiento islamista Hamas e Israel, cuyas tropas se replegaron del enclave palestino.

El alto el fuego, negociado a través de Egipto, era respetado varias horas después de entrar en vigor, después de 29 días de bombardeos y enfrentamientos que costaron la vida a 1.867 palestinos, en su mayoría civiles, así como a 64 soldados israelíes y a tres civiles en Israel.

“Hace pocas horas que comenzó el alto el fuego. Veremos si lo respetan”, dijo Orly Doron, una madre israelí que vive en un kibbutz en la frontera con Gaza, que fue varias veces blanco de cohetes palestinos.

“Hemos tenido tres o cuatro treguas en esta guerra. Todos hicieron lo posible para que no fueran respetadas”, agregó.

Hasta pocos minutos antes de que empezara a regir el alto el fuego, a las ocho de la mañana (05H00 GMT, 1:00 Chile), tanto Israel como el Hamas desplegaron su poder de fuego, como si queriendo demostrar que tenían la última palabra antes de bajar las armas.

Las sirenas sonaron en Jerusalén y Tel Aviv ante una última salva de 16 cohetes disparados desde la Franja de Gaza, mientras los aviones israelíes lanzaban al menos cinco ataques contra ese territorio controlado por el Hamas.

El ejército israelí anunció poco después que todas sus tropas se habían retirado del enclave, poniendo fin a la operación terrestre que había comenzado el 17 de julio.

“Todos se fueron”, declaró el general Moti Almoz a la radio militar.

El teniente coronel Peter Lerner dijo que las tropas se replegarían a “posiciones defensivas” fuera de Gaza y que responderían a cualquier violación del alto el fuego.

La tregua comenzó después de la noche más tranquila desde que comenzó la operación, el 8 de julio. Los médicos de Gaza no señalaron muertos por nuevos ataques ni heridos desde medianoche, aunque dos personas murieron a causa de sus heridas.

Los médicos pudieron llegar a zonas anteriormente inaccesibles. El área más devastada se encontraba cerca de la ciudad de Rafah, arrasada por un masivo ataque israelí.

Israel había lanzado su operación “Barrera Protectora” para poner fin al disparo de cohetes de Hamas y destruir los túneles usados por los islamistas para infiltrarse en territorio israelí.

Estimación de los daños en Gaza

Según el viceministro palestino de Economía, Taysir Amro, la guerra causó daños estimados entre 4.000 millones y 6.000 millones de dólares en la Franja, un enclave de 362 km2 y 1,8 millones de habitantes, sometido desde 2006 al bloqueo de sus fronteras con Israel y desde 2013 al cierre de sus pasos con Egipto.

Ese balance, además, no toma en cuenta “los daños directos que impactan a la economía de Gaza y podría aumentar una vez que se sumen los efectos indirectos sobre la población”, más de la mitad de la cual vive bajo el umbral de pobreza, precisó Amro.

Esta es la segunda tregua de 72 horas que las dos partes deciden observar en los últimos cuatro días. La anterior, el 1º de agosto, negociada con mediación de Estados Unidos y la ONU, duró apenas 90 minutos y terminó en un baño de sangre.

La tregua actual fue negociada con mediación de Egipto, con la presencia en El Cairo de una delegación en la que figuraban miembros de la Autoridad Palestina (del presidente Mahmud Abas, que gobierna en Cisjordania) así como representantes de Hamas y de la Yihad Islámica.

Israel y el Hamas confirmaron separadamente a la AFP su disposición a cumplir con este nuevo cese el fuego.

El portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri, dijo que una delegación de los líderes del movimiento islamista radicados en Gaza viajaría el martes a El Cairo para sumarse a los representantes de sus dirigentes en el exilio.

Israel afirmó que también enviaría una delegación, luego de haberse negado anteriormente a participar en las conversaciones, dijo un responsable a la AFP.

Las imágenes de los baños de sangre ocasionados por los bombardeos israelíes pusieron al gobierno conservador de Benjamin Netanyahu bajo una intensa presión internacional para poner fin a la operación.

Cuestiones difíciles

Israel afirmó que retiró a sus fuerzas después de haber destruido 32 túneles.

“Estos (túneles) formaban parte de un plan estratégico del Hamas, y una inversión de aproximadamente 100 millones de dólares en materiales, y ahora hemos eliminado esa amenaza”, dijo Lerner.

Las tropas israelíes también alcanzaron 4.800 blancos y mataron a “900 terroristas”, agregó.

“Derribamos unos 3.000 cohetes. Ellos lanzaron más de 3.300 cohetes y pensamos que todavía les quedan unos tres mil. Este es un desafío que debemos enfrentar”, añadió.

El ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Yosi Kuperwasser, dijo que Israel busca “acuerdos que garanticen que este alto el fuego será diferente de los anteriores, que durará mucho tiempo y que el Hamas no lo utilizará para armarse nuevamente”.

Los negociadores en El Cairo probablemente deban hacer frenta a cuestiones difíciles, ya que los dos beligerantes plantean exigencias opuestas.

Los palestinos insistieron en que Israel ponga fin a su bloqueo al enclave y exigen la reapertura de los pasos fronterizos. Por su parte, Israel exige que Gaza sea totalmente desmilitarizada.