El eminente científico japonés Yoshiki Sasai, uno de los protagonistas del caso conocido como las células STAP, se ahorcó este martes en su lugar de trabajo, indicaron la policía y el instituto público Riken, en el que era una figura.

Según la policía, dejó varias cartas de despedida.

Sasai fue descubierto inanimado por la mañana en los locales del instituto en Kobe (oeste de Japón) y transportado al hospital, donde confirmaron su deceso, indicó a la AFP un portavoz de Riken sin entrar en detalles sobre las circunstancias del drama.

Personalidad japonesa del mundo de la investigación celular, este profesor de 52 años ayudó a Haruhiko Obokata, joven directora de una unidad de investigación de Riken, en la redacción de los dos artículos controvertidos acerca del descubrimiento y la creación de las células llamadas STAP, publicados a finales de enero en la prestigiosa revista británica Nature.

Diversas personas expresaron dudas acerca de esta comunicación científica y Riken abrió una investigación. La comisión llegó a la conclusión de que se había producido una falsificación de imágenes y, en la práctica, puso en entredicho el conjunto de los elementos presentados.

La científica, entretanto hospitalizada, recurrió pero fue desestimada y Nature, con el consentimiento de la interesada y la aprobación de los 13 coautores, retiró a principios de julio los artículos cuestionados.

Sasai, con más experiencia que Obokata, participó en la formulación de los artículos y se encontraba con ella en la primera conferencia de prensa de presentación de los trabajos incriminados, el pasado 28 de enero, víspera de la publicación del artículo en Nature.

A mediados de abril se disculpó públicamente, aunque estimando posible la existencia de las células STAP, células devueltas a un estado indiferenciado mediante un procedimiento químico nuevo. En teoría, pueden evolucionar luego para crear diferentes órganos y llegado el caso pueden constituir un avance importante para la medicina regenerativa.

Por su parte, la joven investigadora sigue trabajado en Riken, que optó por asociarla a nuevas investigaciones para intentar confirmar la existencia de las células STAP, en una sala acondicionada especialmente “con videovigilancia día y noche con dos cámaras”.

Este caso sembró la duda sobre muchos artículos científicos japoneses, sobre fondo de rivalidades entre científicos. El biólogo Sasai era presentado a veces como rival de Shinya Yamanaka, el creador de las células llamadas pluripotentes inducidas (iPS), un descubrimiento de gran importancia para la investigación celular que en 2012 le hizo acreedor del Premio Nobel de Medicina.