La Presidenta Michelle Bachelet promulgó este lunes la ley que regula y limita las jornadas laborales de los trabajadores ferroviarios, estableciendo un límite de 7,5 y 9 horas dentro de un periodo de 24 horas para el transporte de pasajeros y de carga, respectivamente.

En la ocasión, la mandataria estuvo acompañada por los ministros del Trabajo, Javiera Blanco, y Transportes, Andrés Gómez.

Bachelet destacó que la nueva normativa regula una situación que “operaba como una discriminación” de los trabajadores. “Hablamos de hombres y mujeres que hasta ahora debían enfrentar extenuantes tiempos de trabajo de hasta 12 y 16 horas por día, en condiciones que afectaban su calidad de vida y la de su familia, a veces al precio de la salud física o mental”.

En ese sentido, agregó que “tampoco había un límite claro a la cantidad de horas conducidas ni la obligación de contar con la litera para el descanso, en otras palabras, era fundamental una norma que se adecuara a la particularidad del trabajo de las tripulaciones a bordo de ferrocarriles”.

La Presidenta precisó que “esto operaba como una discriminación porque significaba una desprotección frente a derechos que como sociedad debemos garantizar”.

La nueva ley establece, además de los límites horarios, que deberán pagarse con un recargo de 50% las horas de exceso en cada jornada, debiendo la empresa, después de la hora 11, proveer de una tripulación de reemplazo en caso de que la contingencia continúe.

Además, autoriza también a las partes a pactar turnos de espera o llamada, en los que dicho periodo debe ser remunerado de común acuerdo entre las partes.

Establece, también, el derecho a descanso ininterrumpido de 10 horas en un lapso de 24, y la obligación de la empresa de planificar los servicios con antelación de a lo menos 15 días.