El ejército israelí “terminará su trabajo” en Gaza a pesar de las críticas de las Naciones Unidas sobre las graves pérdidas sufridas por los civiles palestinos, declaró el jueves el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

“Estamos determinados a llegar hasta el final de esta misión con o sin alto el fuego”, dijo Netanyahu que reafirmó el objetivo de destruir los túneles construidos por el movimiento islamista Hamas.

“No aceptaremos por lo tanto ninguna propuesta que no permita al ejército acabar su trabajo”, agregó Netanyahu al inicio de un consejo de ministros en Tel Aviv.

El jueves la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la sudafricana Navi Pillay, condenó los ataques israelíes contra casas, escuelas, hospitales y centros de la ONU en Gaza y acusó a Israel de desafiar deliberadamente al derecho internacional.

Los bombardeos israelíes en las primeras horas de la mañana del jueves causaron la muerte de diez personas, por lo cual del lado palestino, el balance del conflicto, que entró en su 24º día, es de 1.374 muertos y 7.700 heridos.

La gran mayoría de las víctimas mortales son civiles y entre ellos figuran más de 245 niños, según los servicios de emergencia palestinos y la UNICEF.

Por su parte, Israel sufrió la muerte de 56 soldados y tres civiles.

El jueves tres hombres murieron bajo las bombas en Deir al Balah, en el centro del territorio controlado por el movimiento islamista Hamas, indicó Ashraf al Qudra, portavoz de los servicios de emergencia. Otro palestino murió en Rafah y tres más en Jan Yunes, ambas localidades ubicadas en el sur del enclave.

Por otra parte, el jueves sucumbieron a sus heridas otro tres palestinos, entre ellos un periodista, dijo Ashraf al Qudra.

El miércoles murieron 120 personas, en lo que fue una de las jornadas más sangrientas del conflicto que comenzó el 8 de julio pasado.