Tu teléfono no sólo es tu mejor amigo: ahora también es tu entrenador personal, instructor, nutricionista, monitor de la calidad del sueño, laboratorio médico e incluso además tu doctor.
La “salud digital” se ha convertido en la nueva Meca de la industria de la tecnología. Tanto las modestas nuevas empresas dedicadas a crear aplicaciones para móviles como las grandes compañías del sector están buscando la forma de sacar provecho a las preocupaciones sobre la salud y el bienestar.
Mientras se multiplican las aplicaciones que miden la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la glucosa y otras funciones fisiológicas, los gigantes Google, Apple y Samsung han lanzado plataformas que facilitan integrar los servicios médicos y de salud.
“Hemos llegado al punto en que tenemos sensores en nuestro teléfono o accesorios usables (como pulseras, relojes, zapatos y cintos) capaces de recopilar información que antes era imposible obtener sin acudir a un centro médico”, dijo Gerry Purdy, analista de Compass Intelligence.
“Puedes revisar tu frecuencia cardíaca con electrocardiogramas en los móviles. Los costos están bajando y estos sensores se están volviendo socialmente cada vez más aceptables”, agregó.
La consultora Rock Health estima que 143 empresas dedicadas a la salud digital han ganado 2.300 millones de dólares durante el primer semestre de 2014, cifra que sobrepasa el total del año pasado.
Además, un análisis de la consultora mundial Deloitte sugiere que las firmas que venden gafas y relojes inteligentes, así como pulseras y cintos que rastrean la actividad física, venderán unas 10 millones de unidades para fin de año, creando un negocio de más de 3.000 millones de dólares. Para 2017, adelanta, la venta de estos aparatos alcanzará las 170 millones de unidades.
“Muchas tecnologías vinculadas a la salud y el ejercicio tienen múltiples aplicaciones que alientan a los usuarios a comprometerse más para estar en forma, ayudándoles a modificar el comportamiento al recordarles que hagan ejercicio o que tomen cierta medicación”, dijo Karen Taylor, de Deloitte, en un informe de julio.
Los pacientes tienen el control
La “startup” californiana MD Revolution creó un sistema que permite a los usuarios rastrear numerosos indicadores de salud con aparatos portátiles o accesorios usables.
La compañía usa estos aparatos de “fitness” para ayudar a lidiar con “condiciones previsibles como la diabetes o la hipertensión”, dijo la portavoz Lisa Peterson.
“Estamos creando una nueva especialidad en salud digital en la cual la gente puede interactuar con nutricionistas, ejercitarse con fisiatras, recibir entrenamiento personalizado y prevenir o revertir enfermedades crónicas”, dijo a la AFP.
Peterson explicó que su compañía utiliza los aparatos que ya están en el mercado, como los de los fabricantes Fitbit o Jawbone, cuyas pulseras de fitness cuestan en torno a los 100 dólares.
Destacó además que el lanzamiento de plataformas dedicadas a la salud por parte de Google y Apple les “hará más fácil integrar más aparatos y aplicaciones”.
Estudios recientes sugieren que las personas que usan aparatos para monitorizar su bienestar a menudo tienen mejores resultados en la prevención de problemas de salud.
Una investigación dirigida por el Centro de la Salud Conectada halló que quienes usan aparatos móviles son más capaces de reducir niveles peligrosos de presión arterial o azúcar en la sangre.
Otro estudio publicado en la edición de este mes de la revista Health Affairs halló que los datos recolectados por estos equipos no sólo les son útiles a los pacientes, sino además a los doctores, puesto que así pueden diseñar mejores tratamientos.
Joseph Kvedar, médico y fundador/director del Centro de la Salud Conectada, una organización sin fines de lucro con sede en Boston, dijo a la AFP que la tecnología móvil tiene la capacidad de hacer que la gente le preste más atención a su propio bienestar, lo cual reduce la carga de la salud pública.
Añadió que este tipo de tecnología -aún la que requiere que los usuarios ingresen información, como por ejemplo lo que han comido o qué clase de ejercicio han hecho-, sigue creciendo “porque la gente es adicta a sus aparatos”.
Y algunas compañías tienen ambiciones realmente altas.
Google, por ejemplo, está desarrollando un lente de contacto inteligente que puede ayudar a monitorizar la diabetes y creó una empresa, llamada Calico, dedicada a estudiar la salud y el bienestar para rivalizar con Apple. De su lado, IBM está usando su súpercomputadora Watson con propósitos médicos, entre ellos la búsqueda de un tratamiento contra el cáncer.