El ejército israelí reconoció este domingo haber disparado un obús de mortero contra una escuela de Naciones Unidas en la Franja de Gaza, donde murieron 15 refugiados palestinos el jueves, si bien precisó que no mataron a nadie.
Ese día, activistas palestinos lanzaron obuses de mortero y misiles antitanque desde “los alrededores” de la escuela de la ONU en Beit Hanun (norte), explicó el portavoz del ejército Peter Lerner, al presentar las conclusiones de una investigación interna.
El ejército israelí replicó con el disparo de mortero y “un sólo (obús de) mortero perdido aterrizó en el patio de la escuela”, añadió Lerner, al asegurar que en ese momento ya estaba “completamente vacía”.
“Rechazamos las afirmaciones de varios responsables, realizadas justo después del incidente, que indicaban la muerte de personas en el perímetro de la escuela a causa de una actividad operativa del ejército israelí”, insistió.
Un fotógrafo de la AFP acudió el jueves al lugar del ataque, donde vio charcos de sangre en el suelo y los servicios de emergencias palestinos informaron que 15 personas murieron y otras 200 resultaron heridas.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, explicó entonces que en esta tragedia murieron varias personas, entre ellas, “mujeres y niños”.
Según Lerner, una posibilidad es que las víctimas heridas en otras partes fueron transportadas a esta escuela para encontrar refugio y recibir primeros auxilios.