La capital peruana, Lima, profundiza desde el sábado la reforma de su caótico tránsito vehícular abriendo nuevos corredores para autobuses ecológicos en medio de amenazas de resistencia y protestas de los gremios de furgonetas.

“No hay marcha atrás, el sábado se pone en marcha el corredor vial que es parte de la reforma del transporte”, dijo este viernes la alcaldesa de Lima, la izquierdista Susana Villarán.

La funcionaria dijo que no aceptará presiones de los poderosos gremios de minibuses -transporte que utilizan la mayoría de los trabajadores limeños-, que amenazan con paros para boicotear una reforma que les va restando espacios en las principales arterias de la ciudad.

Grupos de transportistas realizaron manifestaciones y cortaron algunas vías el jueves, pero fueron dispersados por la policía.

“Las nuevas rutas nos permitirán ir en la mitad del tiempo, pero nosotros, los usuarios, tendremos que caminar un poco más y hacer trasbordo”, dijo Villarán, que pidió a la población hacer un esfuerzo para cambiar los hábitos.

El plan piloto comienza con 45 modernas unidades en la llamada “línea azul” (por el color de los buses) que reemplazarán a las furgonetas del tipo Kombi y minibuses Custer (de doce asientos) que circulan por la avenida Arequipa, una de las más transitadas de Lima, dijo a la prensa Gustavo Guerra García, funcionario de transporte de la Municipalidad de Lima.

García indicó que todos los buses que circularán por los nuevos corredores establecidos utilizarán gas como combustible, con el objetivo de reducir la alta contaminación del aire en la capital peruana, otro de los problemas que preocupa a los limeños.

Para el Ministerio de Ambiente peruano, esta reforma se justifica en que Lima es una de las ciudades de América con mayor contaminación del aire por la mala calidad de los combustibles que usa el transporte público.

Según un reporte de la OMS de mayo de este año, en Lima hay casi 38 microgramos de minúsculas partículas contaminantes por metro cúbico de aire, casi cuatro veces el nivel máximo establecido como aceptable para las ciudades, que es de 10 microgramos.

Lima será sede en diciembre de la Conferencia de la Partes (COP20) de Cambio Climático, que buscará elaborar un borrador de medidas para reducir las emisiones de carbono y mitigar el cambio climático, un documento que debe ser aprobado en la cumbre de 2015 en París.