Los esfuerzos para un alto el fuego en la Franja de Gaza proseguían el viernes, en el decimoctavo día de una ofensiva israelí contra el Hamas que ha causado la muerte de más de 800 palestinos y que amenaza con extenderse a Cisjordania.

“Digo a ambas partes, a Israel, como al Hamas, y a los palestinos, que es normalmente condenable matar a su propio pueblo. Es tiempo de sentarse y hablar, en lugar de matarse”, declaró el jueves el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Pero los bombardeos contra Gaza continuaban este viernes. Hamas seguía lanzado cohetes sobre Israel y la situación se deterioraba en Cisjordania ocupada, donde cuatro palestinos murieron baleados, tres por el ejército y por colonos cerca de Naplusa (norte), según fuentes médicas y de seguridad palestinas.

Paralelamente, el gabinete de seguridad israelí se reunió este viernes para estudiar una propuesta de alto el fuego transmitida al primer ministro, Benjamin Netanyahu, por el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, durante una reunión el miércoles en Tel Aviv, según la prensa local.

“Lo que se perfila es una tregua humanitaria de siete días, para permitir a todas las partes venir a dialogar en El Cairo”, explicó a la AFP una fuente cercana al presidente palestino Mahmud Abas.

El Hamas, que controla la Franja de Gaza, condiciona la tregua al levantamiento del bloqueo israelí impuesto desde 2006 en el enclave palestino, en donde gran parte de los 1,8 millones de habitantes dependen en gran parte de la ayuda humanitaria.

Una exigencia que reiteró en una entrevista con la BBC el jefe del Hamas, Jaled Mechaal, en exilio en Catar, adonde viajó el jefe de la diplomacia turca, otro aliado del Hamas, para “participar en los esfuerzos” de negociación de una tregua.