Las hostilidades entre Israel y Hamas, que han dejado al menos 636 palestinos y 31 israelíes muertos cuando entran este miércoles en su tercera semana, no registran ningún respiro a pesar del firme llamamiento del secretario general de la ONU a “parar de pelear” y obligaron este a las grandes compañías aéreas a anular sus vuelos con Tel Aviv.

La Agencia europea de seguridad aérea (AESA) indicó el martes a la AFP que recomendará a las compañías europeas, a más tardar el miércoles, no volar al aeropuerto internacional Ben Gurión de Tel Aviv hasta nueva orden.

Esta decisión fue anunciada poco después de que la Agencia federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos prohibiera a sus aerolíneas volar a y desde Israel al menos durante 24 horas, después de que un cohete lanzado desde Gaza cayera en una localidad cercana al aeropuerto.

Esta es la primera vez desde la Guerra del Golfo, en 1990-1991, que se aplica a Israel una medida como esta.

Numerosos vuelos fueron anulados por compañías europeas y estadounidenses como Air France, Lufthansa, EasyJet o Delta aunque el ministro israelí de Transportes, Israel Katz, estimó que no hay “razón alguna” para tomar semejante medida.

Benjamin Netanyahu “habló la noche del martes con el secretario norteamericano de Estado, John Kerry, y le pidió que intervenga para restablecer los vuelos de las aerolíneas estadounidenses con Israel”, indicó a la AFP el entorno del primer ministro.

Esta suspensión “fue tomada para proteger a los ciudadanos y aerolíneas estadounidenses”, le respondió Kerry por teléfono desde El Cairo y Estados Unidos decidirá dentro de 24 horas si mantiene o suspende la prohibición, según la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki.

El potentado estadounidense Michael Bloomberg desafió la prohibición al anunciar que tomaba el avión rumbo a Tel Aviv en solidaridad con Israel.

Tras una visita a Egipto, tradicional mediador con Hamas, el jefe de la ONU, Ban Ki-moon, reclamó en Tel Aviv un cese de las hostilidades, en una comparecencia conjunta con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

“Mi mensaje es el mismo para israelíes y palestinos: paren de pelear, empiecen a hablar”, dijo Ban, e instó a ambas partes a “tratar las raíces del conflicto”.

El objetivo anunciado por Israel es desarmar a Hamas, que controla la Franja de Gaza, terminar con el lanzamiento de proyectiles, destruir sus túneles y detener las “infiltraciones” en Israel de combatientes palestinos.

Hamas reclama el levantamiento del bloqueo israelí impuesto a Gaza en 2006, la liberación de prisioneros y la apertura de la frontera con Egipto.

Ban llamó a cesar “inmediatamente” los lanzamientos de cohetes hacia Israel, que a su vez debe hacer gala de “la máxima contención”y actuar para que los palestinos “no sientan más la necesidad de recurrir a las violencia”.

Pero Netanyahu se mantuvo en su posición e instó a la comunidad internacional a considerar a Hamas como único responsable del baño de sangre. “El pueblo de Gaza es la víctima del brutal régimen de Hamas”, aseguró.

- Aritmética sangrienta -

En el terreno, los ataques israelíes no han bajado de intensidad. Según los socorristas palestinos, el balance es al menos de 636 muertos, cifra difícil de comprobar por el caos imperante en Gaza, donde seguían apareciendo entre los escombros cuerpos de personas muertas días atrás.

Unas 3.700 personas resultaron heridas y unos 100.000 desplazados están refugiados en instalaciones de las Naciones Unidas.

Las fuerzas israelíes mataron a un palestino que les arrojaba piedras la mañana del miércoles en el pueblo cisjordano de Husan, anunciaron a la AFP fuentes palestinas de seguridad.

La víspera, las oficinas en Gaza de la cadena catarí de información Al Jazeera, muy criticada en Israel, fueron alcanzadas por proyectiles pesados.

En el 16º día de las operaciones, barrios enteros de Gaza parecían aniquilados, en particular Chajaya, donde los bombardeos causaron al menos 70 muertos el domingo.

En un discurso televisado, empleando un tono de dureza poco habitual, el presidente palestino, Mahmud Abas, prometió “perseguir a todos aquellos que cometan crímenes contra nuestro pueblo, tome el tiempo que tome”. Reunida con carácter de urgencia la noche del martes al miércoles en Ramala (Cisjordania), la dirección palestina hizo un llamamiento a “una manifestación popular generalizada en solidaridad con Gaza y la resistencia”.

En Nueva York, el representante palestino ante la ONU, Ryad Mansur, acusó en un discurso impregnado de emoción a la comunidad internacional de “faltar a su obligación de proteger a los civiles en tiempo de guerra”.

Jordania propuso al Consejo de Seguridad un proyecto de resolución instando a “un alto el fuego inmediato y totalmente respetado” entre Israel y Hamas, según diplomáticos.

La Unión Europea pidió a Israel una operación “proporcionada” y paralelamente el desarme de “todos los grupos terroristas” en Gaza.

- Exequias militares en Israel -

Desde el inicio de las hostilidades, han impactado en Israel unos 1.700 cohetes lanzados desde Gaza y unos 420 han sido destruidos en vuelo.

Combatientes de Hamas, pasando por sus túneles trasladaron el combate a suelo israelí en varias ocasiones desde el pasado jueves.

El ejército israelí aseguró haber matado a 185 “terroristas” desde el lanzamiento de una ofensiva terrestre el 17 de julio, pero también registra pérdidas significativas en lo que al principio era una campaña aérea lanzada en 8 de julio y desde el jueves también operación terrestre.

Además de dos civiles, 27 soldados israelíes han muertos y las exequias ocupaban los informativos de la televisión, que difundían imágenes de centenares de anónimos que acudían a rendirles homenaje.

Más de 6.000 personas asistieron el martes en el cementerio de Ashkelon (sur de Israel) a los funerales de Jordan Bensemoun, de 22 años, un soldado franco-israelí muerto el lunes en Gaza.

El soldado cuyo secuestro reivindica Hamas, Oron Shaul, fue declarado presuntamente fallecido por el Ejército aunque su cuerpo no ha sido formalmente identificado. Según los medios informativos israelíes, el cuerpo o una parte podría estar en manos del movimiento islamista.

En el Gobierno, la “paloma” Tzipi Livni y el “halcón” Naftali Bennett coincidieron en expresar su oposición a un alto el fuego.

Los esfuerzos diplomáticos para intentar alcanzar una tregua continuarán los próximos días, en especial este miércoles con la visita de Ban Ki-moon a Jerusalén y la llegada de John Kerry a Israel.