Durante la tarde del lunes, el Instituto de Salud Pública dio a conocer los resultados de los exámenes hechos a los cuerpos de los trabajadores que realizaban labores en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, y que perdieron la vida tras contagiarse con una bacteria el fin de semana recién pasado.

El director del ISP, Ricardo Fábrega, junto al seremi de salud Metropolitano, Carlos Aranda, entregaron los resultados y confirmaron que ambos hombres murieron debido a Menignitis W-135, explicando que pudieron ser portadores a los cuales se les activó la enfermedad.

“Los dos pacientes que llegaron en muestra el día de ayer, son positivos para Neisseria meningitidis W135, o sea lo que la gente conoce como meningitis W, pero en este caso no son portadores de meningitis, sino que de la misma bacteria que produce eso”, indicó Ricardo Fábrega, director del ISP.

De la misma forma, las autoridades descartaron la existencia de una infección intrahospitalaria, tal como ya lo había hecho la dirección del Hospital clínico de la Universidad de Chile.

“No es una posibilidad que esto se haya contagiado dentro del recinto hospitalario donde están los pacientes, porque no hay ningún caso que tenga estas características bacteriológicas en el hospital, no hay ningún caso de meningococo, no existen, ni ahora ni hace tres meses atrás”, afirmó el seremi Carlos Aranda.

Según explicó la autoridad, tras estos resultados quedó descartado que existiese peligro para los familiares de las víctimas. Sin embargo y por seguridad se tomaron las medidas de seguridad para los otros trabajadores, quienes recibieron ya un tratamiento para bloquear un eventual contagio.

“Esta enfermedad se transmite persona a persona (…) la bacteria vive solamente en la faringe de los seres humanos que son portadores sanos. Cuando sale de ahí se destruye, desparece y muere. Son los portadores sanos los que llevan esta enfermedad de una persona a otra, y cuando la bacteria encuentra ciertas condiciones favorables en el huésped, es que se desarrolla la enfermedad”, explicó el Seremi Metropolitano de Salud.

Finalmente el seremi explicó las eventuales formas de contagio que tuvieron las dos víctimas, dando a conocer las alternativas que están dentro de las posibilidades investigadas.

Ambos pudieron ser “portadores que se activaron y fueron contagiados por un caso de un portador sano, o bien uno de ellos era portador, se activó y contagió al otro que puede no haber sido portador; esas son las alternativas que existen dentro de la explicación del seguimiento en última instancia del inicio de este proceso patológico”, dijo.

Recordemos que todo se originó luego de que dos trabajadores que prestaban labores de mantención al recinto de salud presentaran agresivos síntomas que, pasadas las horas, les provocaron la muerte.

Se trataba de Mario Morales de 45 años y Juan González de 50 años, quienes llegaron hasta el Hospital Sótero del Río y la Clínica Dávila, respectivamente, ambos con dificultad respiratoria, dolor de cabeza y manchas en la piel, las cuales padecían desde el viernes y por lo que originalmente habían sido enviados con reposo a sus casas.