El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el lunes una resolución en la cual reclama que los separatistas prorrusos permitan el libre acceso con seguridad al lugar del siniestro del avión de línea malasio derribado en Ucrania.
La resolución pide se que proteja la “integridad” del lugar de la catástrofe y que cesen allí las hostilidades.
El texto, redactado por los representantes de Australia y respaldado por 23 países, “condena en los términos más fuertes posibles” el ataque que provocó la caída del aparato en el este de Ucrania y reclama que los culpables del mismo rindan cuentas.
También pide a Rusia y todos los países de la región que colaboren con “una investigación internacional completa, minuciosa e independiente”.
La votación tuvo lugar en presencia del ministro holandés de Relaciones Exteriores, Frans Timmermans y de su homólogo australiano, Julie Bishop; la totalidad de los 298 ocupantes del vuelo siniestrado fallecieron, entre ellos 193 ciudadanos holandeses y 27 australianos.
Bishop declaró que en Australia “el duelo se mezcla con la rabia” y calificó de “escándalo absoluto” el derribo de avión de pasajeros.
Además de exigir un acceso libre y seguro al lugar de la catástrofe, el Consejo “insiste en que los cuerpos de las víctimas sean tratados de manera digna, respetuosa y profesional”.
La resolución pide al Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, que defina “las opciones para un apoyo de la ONU a la investigación” pero no incluye ninguna sanción o amenaza de sanción para los países que se resistirían a cooperar.
El texto originan propuesto por Australia fue enmendado dos veces para tener en cuenta las preocupaciones de Rusia. Los 15 miembros del Consejo ya habían reclamado el pasado viernes una investigación internacional en una declaración unánime.