La ofensiva israelí en la Franja de Gaza mató el sábado a 46 palestinos, elevando el número de fallecidos a 342, en un conflicto que incitó al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a viajar a la región.
En el bando israelí, dos soldados murieron este sábado en combates, según informó el ejército, y un civil murió por un cohete lanzado desde Gaza. Con él son dos los civiles israelíes que han muerto desde el 8 de julio, según la policía. Otro soldado murió esta semana por un disparo de fuego “amigo”.
Ban Ki-moon viaja a la región para ayudar “en la coordinación con los actores regionales e internacionales, a acabar con la violencia”, según el secretario general adjunto para asuntos políticos de la ONU, Jeffrey Feltman.
No obstante, Israel advirtió que intensificará su operación terrestre en el enclave palestino controlado por los islamistas de Hamas, tras doce días de conflicto.
El ejército está “expandiendo la fase terrestre de la operación”, dijo su jefe, el teniente general Benny Gantz.
Pese a ello, combatientes palestinos lograron infiltrarse en Israel por uno de los túneles secretos del centro de la Franja, enfrentándose a tropas israelíes.
Uno de los militantes murió, mientras el resto fue forzado a dar marcha atrás, según el ejército.
El brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzedine al Qasam, reivindicó por su parte un ataque en territorio israelí.
La gran mayoría de los 337 palestinos muertos en el conflicto más sangriento entre Israel y Hamas desde 2009 son civiles. Además, unos 2.400 palestinos han resultado heridos.
Cuatro palestinos de una misma familia, entre ellos dos niños, murieron el sábado en un bombardeo aéreo en el norte, según los socorristas.
“¡Por mucho que bombardeen, no va a cambiar nada! ¡Es un acto criminal! Aquí sólo hay civiles, no bombardearon militares sino cuatro pisos de civiles. Es el terrorismo del Estado israelí”, gritaba Adnan Hachem, frente a los escombros de su inmueble.
Cerca de 90 cohetes palestinos impactaron contra Israel desde el jueves, cuando el Estado hebreo lanzó su operación terrestre.
De su lado, el ejército atacó “240 posiciones con actividad terrorista”, entre estos diez túneles y 22 puntos de acceso. También informó haber abatido un burro cargado de explosivos en Rafah (sur).
Los túneles, utilizados por Hamas para atacar Israel y transportar armas, son el objetivo número uno de la ofensiva terrestre, aunque “su éxito no está garantizado al 100%”, según el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Obama preocupado, pero reitera apoyo a Israel
El presidente estadounidense, Barack Obama, reiteró el viernes por teléfono a Netanyahu el derecho de Israel a defenderse, pero dijo estar “profundamente preocupado por los riesgos de una mayor escalada”.
Desde El Cairo, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, estimó el sábado que era “urgente e imperioso” un alto al fuego.
Egipto, país habitualmente mediador entre Israel y Hamas, trató el martes en vano de hacer aceptar un alto el fuego al movimiento islamista.
La Agencia de la ONU para la ayuda a los refugiados palestinos (UNRWA) abrió 44 de sus escuelas para dar cobijo a quienes huían de los bombardeos e indicó que más de 50.000 personas necesitaban un refugio.
El Programa Mundial de Alimentos (PAM) indicó haber distribuido alimentos y bonos de comida a unos 20.000 desplazados. Agregó que se preparaba para atender a 85.000 personas en los próximos días.
Un 70% de la Franja de Gaza estaba privada de electricidad. El norte estaba particularmente afectado.
Paralelamente, el ejército egipcio impidió el sábado a un convoy de 500 militantes pro palestinos introducirse en la Franja por el paso fronterizo de Rafah, constató un periodista de la AFP.
Manifestaciones en París, Londres y norte de Israel
Cientos de propalestinos se enfrentaban este sábado a la policía antidisturbios con piedras y gases lacrimógenos en París tras intentar realizar una manifestación de apoyo a los palestinos de Gaza prohibida por las autoridades francesas.
Los manifestantes lanzaron piedras y botellas contra la policía en un barrio del norte de París, según pudieron ver varios periodistas de la AFP.
La policía respondió con gases lacrimógenos provocando que la masa de personas se dispersara en pequeños grupos en las calles de este barrio popular.
Miles de personas se manifestaron a su vez en Londres para pedir el cese de los bombardeos y el levantamiento del bloqueo israelí sobre el enclave palestino.
En el norte de Israel, unos 1.500 árabe-isralíes marcharon en contra de la operación militar, según la policía.
Esta es la primera ofensiva terrestre en Gaza desde la llevada a cabo en diciembre-enero 2008-2009 que causó la muerte de unos 1.400 palestinos.
Esa operación no puso fin a los lanzamientos de cohetes desde Gaza contra Israel, que originó los actuales ataques militares del Estado hebreo.