El primer tifón de la temporada en Filipinas dejó al menos 38 muertos, según un balance publicado este jueves, a pesar de que las autoridades ordenaron la evacuación de cientos de miles de personas.

“Tenemos que comprender las razones por las cuales muchos de nuestros conciudadanos se niegan a seguir las consignas de evacuación”, declaró a la prensa el responsable de la agencia gubernamental de gestión de desastres, Alexander Pama.

En el marco de una operación bautizada “cero víctimas”, el gobierno evacuó a cerca de 400.000 personas antes de la llegada del tifón Rammasun al archipiélago, en la noche del martes.

Pero decenas de filipinos murieron como consecuencia de caídas de árboles o postes eléctricos. El balance podría aumentar a medida que se restablezcan las comunicaciones con las zonas más afectadas, especialmente en el este del país, advirtió Pama.

Filipinas sufre cada año el azote de unas veinte tormentas fuertes, muchas de ellas mortíferas. El archipiélago de Filipinas es la primera masa terrestre que encuentran los tifones nacidos por encima de las cálidas aguas del Pacífico.