Las negociaciones entre Irán y las grandes potencias para llegar a una acuerdo sobre el programa nuclear iraní siguen atascadas en “puntos cruciales” pero una solución diplomática es posible, declaró el martes el secretario de Estado norteamericano John Kerry.

“Sigue habiendo auténticas divergencias sobre puntos cruciales” en la negociación, declaró Kerry a la prensa en Viena, donde se celebran estas conversaciones desde principios de julio.

Antes de regresar a Washington, el secretario de Estado volvió a reunirse brevemente en la capital austríaca con su homólogo iraní Mohammad Javad Zarif.

Por su parte, la agencia oficial iraní Irna citó declaraciones de Zarif en las que pide a Estados Unidos que “tome decisiones políticas (…) para salir del actual callejón sin salida”.

El ministro iraní tiene prevista por la tarde una conferencia de prensa en Viena.

Los iraníes y las grandes potencias del grupo 5+1 (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia, China y Alemania) intentan cerrar un acuerdo histórico sobre el programa nuclear iraní, que envenena las relaciones internacionales desde hace 10 años.

La comunidad internacional quiere firmes garantías sobre la vocación civil del programa nuclear, a cambio del levantamiento de las sanciones que estrangulan a la economía iraní

Desde la firma de un histórico pero temporal acuerdo en Ginebra en noviembre de 2013 -congelar el programa nuclear iraní a cambio de levantar parcialmente las sanciones-, las negociaciones han continuado para intentar lograr un acuerdo definitivo.

Ese acuerdo temporal vence el 20 de julio, pero se pueden ampliar las negociaciones si las partes están de acuerdo en ello.

- Consultas para ampliar negociación -

“Hoy regreso a Washington para conversar con el presidente [Barack] Obama y con los líderes del Congreso sobre las perspectivas de llegar a un acuerdo global y sobre la próxima etapa si no conseguimos hacerlo antes del 20 de julio”, declaró Kerry antes de dejar la capital austríaca.

“Eso incluye la cuestión de si debemos dar más tiempo o no (a las negociaciones)”, añadió Kerry. “La fecha límite del 20 de julio sigue en la mesa”, indicó sin embargo el estadounidense, quien subrayó que los negociadores en Viena seguirán “trabajando intensamente”.

Kerry insistió que la comunidad internacional quiere un acuerdo que pruebe “más allá de toda duda razonable” que el programa nuclear iraní tiene vocación pacífica.

El principal punto de desencuentro en las negociaciones se refiere a la capacidad de enriquecer uranio, que sirve para alimentar centrales nucleares para la producción de electricidad pero también –a un elevado nivel de enriquecimiento– para la fabricación del arma atómica.

El número de centrifugadoras que permiten enriquecer el uranio está en el centro de las negociaciones. La semana pasada, el Guía supremo iraní Ali Jamenei, quien tiene la última palabra sobre el tema nuclear, aseguró que Irán necesitaría una capacidad equivalente a 190.000 centrifugadores, diez veces más que actualmente.

Sin embargo, Kerry replicó: “Está muy claro que las 19.000 centrifugadoras que tiene ahora Irán son demasiadas”. Ello ilustra la amplitud de las divergencias en este punto.

En entrevista este martes al New York Times, el ministro Zarif aseguró haber propuesto en las negociaciones que Irán conserve sus capacidades de enriquecimiento a su actual nivel durante un período de tres a siete años.

Pero Washington quiere un período mucho más largo, según fuentes estadounidenses.