El diputado UDI por Tarapacá, Renzo Trisotti, exigió explicaciones a las autoridades y la revisión de los protocolos, precisando que le causaron “molestia y escozor” las que a su juicio, son una serie de descoordinaciones evidenciadas en el actuar de la Onemi tras el fuerte sismo que se percibió en el norte el pasado domingo.
Por medio de una intervención en la cámara baja, el diputado exigió a la corporación el envío de un oficio al subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, “para que informe qué fue lo que ocurrió, quiénes son los responsables y, sobre todo, se den las garantías al país para que dichos errores no se vuelvan a repetir”.
Según detalló el legislador, “a las 16:59 horas, la Oficina Nacional de Emergencia, a través de su página web, informó a la comunidad las distintas intensidades del temblor en escala de Mercalli, en la totalidad de las ciudades de las tres regiones del país, señalando además que el SHOA indicaba que el sismo no reunía las condiciones para generar un tsunami en las costas de Chile”.
Agregó que enseguida, la página web decía: “Onemi solicita cancelar evacuación preventiva del borde costero de la región de Tarapacá. No se reportan daños a personas, alteración a servicios básicos o infraestructura producto de este sismo”.
No obstante, a las 17:04 -continuó- a través de la propia cuenta oficial en Twitter de la Onemi, se señaló: “Por sismo de mayor intensidad, se solicita evacuar preventivamente el borde costero de la región de Tarapacá”.
“Es decir, a través de dos medios de comunicación que entendemos como oficiales -página web y Twitter- la autoridad técnica entregó información completamente distinta y contradictoria”, acusó el parlamentario, añadiendo que “sólo minutos después comenzó a llegar a los teléfonos celulares un segundo mensaje: ‘Alerta presidencial. Onemi cancela evacuación preventiva. Siga las indicaciones de la autoridad local’”.
Trisotti afirmó que, con esta información contradictoria, “algunos comenzaron a evacuar los cines, los centros comerciales, los supermercados, generando confusión, miedo y, lo más grave, una profunda desconfianza en el actuar de la Onemi”.