Durante la tarde de este martes, se aprobó en el Senado la exclusividad universitaria para 7 carreras de la salud, discusión que estuvo marcada por la crítica realizada por varios legisladores que declararon habría quedado mal zanjado el tratamiento de los institutos profesionales que imparten dichas carreras.

Según informó el Senado, por 26 votos a favor y 9 abstenciones, la Sala respaldó el informe de la Comisión Mixta, que resolvió las discrepancias para el proyecto de ley que confiere el carácter de título profesional universitario a las carreras de Kinesiología, Fonoaudiología, Enfermería, Obstetricia y Puericultura, Nutrición y Dietética, Tecnología Médica y Terapia Ocupacional.

Además de lo anterior, la propuesta respaldada contempla exigir a las universidades que impartan estas carreras aq ue establezcan planes y programas especiales para los titulados de institutos profesionales reconocidos por el Estado, para que puedan optar al grado de licenciado en dichas especialidades y al título profesional que corresponde.

Junto con esto, también se dispone que los profesionales titulados y estudiantes de estas carreras en institutos tengan los mismos derechos, estatus y calidades que aquellos profesionales que cursen sus estudios en universidades, excepto el grado de licenciado.

El senador García Huidobro indicó que el tema es complejo, ya que en la Región de O’Higgins no hay universidades y “desgraciadamente la mayoría de quienes están en institutos profesionales es porque no han podido acceder a la universidad”.

En tanto, el senador Allamand declaró que “podemos estar incurriendo en un grave error: una universidad muy mala, queda autorizada y un instituto acreditado debe dejar de hacerlo (…) Esto es discriminatorio, negativo e injusto para los IP”.

En la misma línea, el senador Tuma argumentó que “hay institutos profesionales que tienen mayor calificación, desde el punto de vista de la acreditación y le dejamos la exclusividad a las universidades, algunas de ellas que pudieran no estar acreditadas y ni siquiera tener convenios con instituciones de salud”.

Luego de un largo debate, finalmente el senador Orpis reconoció que existe una contradicción fuerte, puesto que “muchos institutos cuentan con campos clínicos y la acreditación para impartir estas carreras, pero las universidades que serán responsables de ello, no están en las mismas condiciones”. Mencionó así su rechazo al informe de la Comisión Mixta, solicitando que el Ejecutivo disponga una serie de exigencias a los planteles superiores que deberán hacerse cargo de dicha formación.