El fiscal nacional, Sabas Chahuán, reiteró su preocupación ante las amenazas que reciben los fiscales, subrayando que últimamente ya no emanan de delincuentes comunes, sino que de organizaciones.
Uno de los últimos casos fue el del fiscal Luis Chamorro, quien encabezó la persecución penal de los involucrados en los atentados relacionados con conflictos en La Araucanía.
Un panfleto que decía “Chamorro, bonita tu casa” fue uno de los detonantes de la renuncia que finalmente el persecutor presentó, en mayo, al Ministerio Público, denunciando, además, que estaba cansado de los escupitajos, insultos y molestias para su familia.
Sin embargo, el caso más reciente corresponde a la Fiscalía Centro Norte, donde el fiscal Ricardo Peña cuenta con un sistema de protección especial para él y su familia, como guardaespaldas, luego que fuera amenazado por la persecución y condena de los tres ex lautaristas involucrados en el crimen del cabo de carabineros Luis Moyano.
El fiscal nacional, Sabas Chahuán, lamentó que las amenazas ahora provengan de grupos organizados.
Chahuán añadió que para el próximo año han pedido que se aumenten los recursos para dar protección a los fiscales en casos complejos y cuando existen amenazas.
Cabe destacar que respecto a las amenazas de muerte contra fiscales, el Ministerio Público, sólo el año pasado, tuvo que gastar cerca de 80 millones de pesos en costos de protección.
Los fondos para financiar la seguridad salieron del sistema de protección a víctimas, por lo que se prevé que para el próximo presupuesto el fiscal Chahuán solicite al gobierno recursos para estos efectos.