La directora de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, pidió este lunes a Cuba cerrarle el paso a la “comida chatarra” en las reformas económicas que lleva adelante. Lo anterior, en coherencia del bienestar de la salud de los ciudadanos.
“Quisiera exhortarlos a que no cometan los errores que otros gobiernos han cometido en el proceso de modernización” señaló Chan en una conferencia magistral en el ministerio de Salud, en La Habana.
Ante varios ministros y altos dirigentes cubanos, la directora advirtió que “la comida chatarra va a hacer mucho daño a sus niños”.
Al tratar el tema de la salud en la Agenda para el Desarrollo de Naciones Unidas para después de 2015, Chan arremetió contra los malos hábitos de alimentación, el sedentarismo y otros problemas que han convertido a las enfermedades no transmisibles (cardiopatías, cáncer, diabetes, enfermedades respiratorias, entre otras) en la principal causa de morbilidad y mortalidad a nivel mundial, sobrepasando a las infecciosas.
Señaló que bajo presiones “agresivas” en los mercados, hay sociedades que abandonaron su dieta tradicional por una mas occidentalizada “con alta dependencia de alimentos muy procesados, ricos en grasas, azúcar y sal, pero bajos en nutrientes, lo que unido a su larga duración y buen sabor, los hacen casi irresistibles”.
“Como resultado, la comida chatarra se ha convertido en el principal producto alimenticio a nivel mundial y la demanda de carne ha aumentado, obligando a muchos países a cambiar de forma radical sus prácticas agrícolas tradicionales”.
Señaló que en ésta, su tercera visita a Cuba, ha visto algo “muy positivo”, pues no tienen demasiados establecimientos de comida chatarra, aún.
Pero “estoy segura de que algunos de ellos (grandes compañías internacionales) ya tienen presencia aquí y en las transformaciones económicas que lleva el país; la inversión extranjera directa es muy importante”.
El gobierno de Raúl Castro amplió el trabajo privado como parte de las reformas, con lo cual se multiplicaron los vendedores ambulantes de alimentos y los restaurantes particulares.
Aunque puso en vigor una nueva ley de inversión extranjera, aún no existe presencia de grandes cadenas internacionales de comida rápida, pero sí de algunas estatales.