La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) decidió no prolongar el contrato del seleccionador nacional, Luiz Felipe Scolari, apenas unas horas después de que finalizara el Mundial 2014 con la victoria de Alemania y donde la anfitriona obtuvo un decepcionante cuarto puesto, según informó la prensa brasileña la madrugada del lunes.

Scolari puso su cargo a disposición de la máxima autoridad del fútbol local el sábado tras caer ante Holanda en la disputa por el tercer puesto del Mundial (3-0). El martes, la Seleçao había sufrido la peor goleada de su historia en las semifinales contra Alemania, al caer por 7 a 1 en una catástrofe deportiva comparable al ‘Maracanazo’ de 1950, cuando Brasil perdió la final del primer Mundial que organizó ante Uruguay.

Felipao, que ya fue campeón del mundo con Brasil en 2002, asumió las riendas de la selección en diciembre de 2012, seis meses antes de la disputa de la Copa Confederaciones de Brasil.

En aquella competición, considerada como el ensayo general del Mundial, la Seleçao se llevó el título tras vencer con contundencia en la final a la por entonces campeona del Mundo, España (3-0).

El país anfitrión del Mundial comenzó entonces a prepararse con ilusión para la consecución de su sexta Copa del Mundo, la primera en casa, pero la ‘canarinha’ nunca llegó a despejar las dudas de los críticos con el estilo poco vistoso de Scolari.

Aunque Brasil pasó la primera fase como primera del grupo A, en octavos de final tuvo que acudir hasta los penales para deshacerse de un aguerrido Chile (1-1). En aquel partido el equipo dio una imagen de gran inestabilidad cuando todos sus jugadores acabaron en llanto, incluido el experimentado portero Julio Cesar antes de la tanda.

En cuartos, Brasil venció a Colombia (2-1), pero perdió a su astro Neymar para el resto del torneo a causa de una fractura en la tercera vértebra lumbar, lo que marcó un punto de inflexión en la Seleçao.

- Reforma del fútbol brasileño -

Ya sin su estrella, Brasil cayó de forma humillante ante Alemania (7-1) en las semifinales y quedó fuera de la lucha por el título que muchos consideraban suyo de antemano, causando la conmoción de un país que vive el fútbol con devoción.

Tras repetir derrota y mala imagen en el partido por el tercer puesto frente a Holanda el sábado, Felipao explicó en la última conferencia de prensa que ponía su cargo a disposición de la directiva.

“Tiene que decidir el presidente (de la CBF). Nosotros entregaremos el cargo a la directiva de la federación, que era lo que estaba previsto, ganáramos o perdiéramos. Nuestro presidente tiene capacidad y cualidades para hacer el análisis. Teníamos que entregar el cargo a la comisión técnica, ganáramos o no el título, es lo que teníamos acordado”, señaló Scolari el sábado.

La CBF decidió no renovar el contrato de toda la comisión técnica, lo que incluye también al coordinador Carlos Alberto Parreira, campeón del Mundo como entrenador de Brasil en 1994, según recoge la prensa local.

El despido de Scolari se ha hecho público apenas unas horas después de finalizara en el Maracaná de Río de Janeiro el Mundial, considerado ya un éxito en número de espectadores y de goles.

La mayoría de los brasileños, sin embargo, no olvidará fácilmente el 8 de julio de 2014, cuando vio a su selección desorientada y sin rumbo sufrir cinco goles de Alemania en apenas 30 minutos ante un atónito estadio de Belo Horizonte.

“¿Quién es el responsable de las elecciones (de jugadores)? Soy yo. La responsabilidad por el resultado catastrófico es mío. Fui yo el responsable”, dijo el técnico en la rueda de prensa posterior al encuentro sobre las críticas que caían hacia su lista de convocados.

Las consecuencias del ‘Mineirazo’ no se hicieron esperar y hasta la presidenta del país, Dilma Rousseff, pidió una “renovación del fútbol brasileño” y también “de sus instituciones”.

La mandataria lamentó que los astros brasileños del fútbol sean exportados tan pronto y defendió “el derecho absoluto que tenemos de tener a nuestros atletas aquí”, al tiempo que pidió que se reformule el trabajo con las bases al estilo de lo que hizo Alemania tras no lograr ninguna victoria en la Eurocopa de 2000.

Scolari, que disputó así su tercer Mundial (también fue seleccionador de Portugal en Alemania 2006), se despide tras 29 partidos de los que Brasil venció en 19, perdió cuatro y empató seis.

“He estado en tres Mundiales, dos con Brasil y uno con Portugal y en todos ellos llegué a semifinales. No estoy en una situación en la que me tenga que estar lamentando el resto de mi vida, porque a veces en fútbol, cosas que pasan en un par de minutos pueden cambiar todo”, señaló el técnico en su última rueda de prensa como seleccionador.