Corría el segundo tiempo de la final entre el seleccionado de Argentina y Alemania. El encuentro estaba disputado en el medio campo, con apariciones de las dos escuadras cuando de pronto un hincha ingresa al campo de juego provocando la impresión de todos los espectadores y jugadores.

Semidesnudo, y con una inscripción en el pecho, el desaforado hincha corrió a patear la pelota pero no tuvo mucho éxito, ya que cuando se dirigía fue interceptado por los guardias de la FIFA y entre varios encargados de seguridad abandonó la cancha, entre los gritos de la afición.

Aún no se sabe a que país alienta el fanático que vulneró la seguridad del estadio, pero su osadía causó gracia en las gradas.

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