La hinchada brasileña no se olvida del bochorno sufrido en semifinales ante Alemania.

Según consignó Marca, previo al encuentro entre su selección y Holanda, la hinchada local “piféo” al Scratch cuando salía al calentamiento en el Mané Garrincha, que definirá el tercer y cuarto lugar del mundial.

Pero los silbidos se acabaron cuando la figura se la selección de Brasil, Neymar, se asomó a la cancha para acompañar a sus compañeros. La desazón de la fanaticada se acabó y entre aplausos el astro del Barcelona era recibido.

Luego, el lesionado fue a sentarse a la banca desde donde está presenciando el partido que hasta el momento tiene en el cuarto lugar a su selección, que cae 2-0 frente a los holandeses.