El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, juró que jamás permitiría la división de Jerusalén, cuya “reunificación” en 1967 conmemora este miércoles Israel con festividades y desfiles de fuerte tono nacionalista.
“Hace 47 años, Jerusalén fue unificada y nunca más será dividida” afirmó Netanyahu durante una reunión especial del Parlamento con motivo del “Día de Jerusalén”.
Esta jornada conmemora la “reunificación” de la ciudad tras la conquista por el ejército israelí y la anexión de su parte oriental árabe, en la Guerra de los Seis Días (junio de 1967).
Estos últimos años, esta parte de la ciudad es escenario de tensiones y enfrentamientos entre israelíes y palestinos.
Israel considera a Jerusalén como su capital “indivisible” mientras que los palestinos desean que el sector oriental de Jerusalén se convierta en la capital de su futuro Estado.
La comunidad internacional, incluido Estados Unidos, no reconoce la anexión de Jerusalén-Este.