Rusia está “dispuesta a dialogar” con el nuevo presidente ucraniano Petro Poroshenko, declaró el lunes el canciller ruso, Serguei Lavrov, quien llamó a Kiev poner fin a la operación militar contra las fuerzas separatistas prorrusas en el este de Ucrania.

“Estamos dispuestos a dialogar con los representantes de Kiev, con Petro Poroshenko”, quien fue elegido el domingo, declaró Lavrov.

“Estamos dispuestos a entablar un diálogo pragmático, en pie de igualdad, basado en el respeto de todos los acuerdos, en particular en el dominio comercial, económico y gasífero, con la vista puesta en la búsqueda de soluciones a los problemas actuales entre Rusia y Ucrania”, precisó.

El jefe de la diplomacia rusa se abstuvo sin embargo de anunciar un reconocimiento formal de la legitimidad del nuevo presidente ucraniano.

“Como lo ha dicho el presidente [Vladimir Putin], respetaremos el resultado escogido por el pueblo ucraniano”, se limitó a declarar.

La elección de Poroshenko corona para Kiev el proceso que se inició con la destitución en febrero, por el Parlamento ucraniano, del presidente prorruso Viktor Yanukovich, tras varios meses de violentas protestas. Sin embargo, la consulta no pudo realizarse en la mayor parte del este del país, en abierta rebelión separatista.

Putin afirmó la semana pasada que consideraría “con respeto” el resultado de la elección en Ucrania, aunque sin pronunciarse sobre la legitimidad de esos comicios.

Según Lavrov, “lo más importante es que las actuales autoridades [ucranianas] respeten a los ciudadanos, al pueblo, y permitan hallar compromisos que tengan en cuenta a todas las fuerzas políticas”.

Condenó por eso la operación “antiterrorista” lanzada por el gobierno ucraniano contra las fuerzas prorrusas del este.

“Sería un error colosal” proseguir con esa operación, advirtió, llamando a respetar la hoja de ruta de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Ese plan prevé el cese de la violencia y la amnistía a los opositores prorrusos, el desarme de los grupos armados y el “regreso del monopolio de la fuerza al Estado”, la promoción del diálogo nacional y la organización de las elecciones presidenciales que se celebraron el domingo.