El prooccidental Petro Poroshenko, elegido este domingo presidente de Ucrania de acuerdo a un sondeo, empezó su carrera de cero y llegó a convertirse en uno de los hombres más ricos del país, haciendo fortuna en el negocio del chocolate.
Según un sondeo a boca de urna, el oligarca de 48 años obtuvo el 55% de los votos, en unos comicios claves para legitimar el poder surgido de la rebelión que en febrero derrocó al presidente Viktor Yanukovich pero que derivó en un conflicto con el este prorruso del país.
Poroshenko, reconocible por su imponente figura, es uno de los 10 hombres más ricos de Ucrania.
Único oligarca en haber respaldado la movilización proeuropea, este especialista en relaciones económicas internacionales fue ministro de Economía de Yanukovich, y ministro de Relaciones Exteriores y presidente del Banco Central bajo el gobierno del prooccidental Viktor Yushenko.
Poroshenko se convirtió en uno de los pilares de las protestas de la plaza de la Independencia de Kiev que derrocaron en febrero al prorruso Yanukovich. Podía vérsele en la plaza repartiendo chocolates o denunciando la corrupción en el país.
“La época en que los políticos mentían al pueblo ya pasó”, proclamó, al anunciar su candidatura.
Su posición se vio reforzada por el apoyo del exboxeador Vitali Klischko.
Poroshenko es también el único político que viajó a Crimea para intentar negociar con las tropas prorrusas que rodeaban el parlamento local después de la caída de Yanukovich, antes de que lo echaran los manifestantes.
Prometió “recuperar” la península que aprobó su anexión a Rusia mediante un referéndum declarado ilegal por la comunidad internacional.
Con su experiencia gubernamental y su conocimiento del mundo de los negocios, muchos lo creen capacitado para reactivar una economía endeble, y unir a un país fracturado.
Un líder para enfrentar la crisis
Según Volodymyr Fesenko, politólogo en el centro Penta de Kiev, Poroshenko logró forjarse una imagen mucho más consensual que la de la ex primera ministra Yulia Timoshenko.
“Una gran parte de la población quiere a la cabeza del Estado a un administrador de crisis experimentado. Poroshenko tiene la experiencia de varios cargos gubernamentales y es considerado como un empresario que ha tenido éxito”, explica.
Su popularidad, sin embargo, estará rápidamente confrontada a una crisis que rompió al país en dos y lo dejó al borde de la guerra civil.
“En dos meses la situación en Ucrania puede cambiar y su popularidad también”, afirmó Andreas Umland, de la universidad de Kiev Mohyla.
Contrariamente a la mayoría de los oligarcas influyentes en Ucrania, que se enriquecieron velozmente en los años caóticos que siguieron al desmembramiento de la Unión Soviética en 1991, Poroshenko solo debe su fortuna a él mismo.
Oriundo de Bolhrad (sur), comenzó vendiendo granos de cacao y luego compró varias fábricas de dulces, que fusionó para transformarlas en un emporio de Europa del Este, Roshen, productora de 450.000 toneladas anuales de golosinas, según su sitio internet.
También posee una empresa que fabrica automóviles y autobuses, un astillero y un canal de televisión, Kanal 5, clave en la lucha contra Yanukovich.
La fortuna de Poroshenko, estimada en 1.300 millones de dólares por la revista Forbes, se ha visto afectada por la crisis con Rusia, que prohibió las importaciones de los populares chocolates de Roshen, en plena negociación entre Ucrania y la Unión Europea.
Diplomado en economía, entró en política en 1998 y formó parte de los fundadores, en 2000, del Partido de las Regiones, que dirigía Yanukovich.
Pero dos años más tarde se sumó al equipo de Viktor Yuschenko, héroe de la Revolución Naranja de 2004, en la que desempeñó un gran papel.
En 2012, en un nuevo giro, fue nombrado ministro de Economía por Yanukovich. Ese mismo año fue elegido diputado, como candidato independiente, y consideraba presentar su candidatura a la alcaldía de Kiev, antes de la crisis actual.