El presidente estadounidense, Barack Obama, aterrizó este domingo en Afganistán para una visita sorpresa destinada a rendir homenaje a las tropas de su país por los sacrificios efectuados en la guerra más larga de Estados Unidos.

Obama abandonó la Casa Blanca este sábado después del anochecer y voló en secreto a través del globo hasta llegar a la base aérea de Bagram, a unos 40 kilómetros al norte de Kabul.

El mandatario se entrevistará con altos responsables militares estadounidenses y representantes de la sociedad civil, pero no estaba previsto ningún encuentro con su homólogo afgano Hamid Karzai o con los candidatos a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales afganas, Abdula Abdula y Ashraf Ghani.

Esta visita ocurre un día antes de Memorial Day, día feriado en Estados Unidos en homenaje a los ex combatientes.

La visita sucede en medio de tensiones entre Afganistán y Estados Unidos, pues el presidente afgano rechazó la firma de un acuerdo de seguridad bilateral (BSA) que enmarca el mantenimiento de un contingente estadounidense en el país después de la retirada de 51.000 soldados de la OTAN antes de fin de año.

La salida de las tropas de la coalición hace temer una nueva ola de violencia en Afganistán, que enfrenta una insurrección sangrienta de los rebeldes talibanes que 12 años de intervención militar occidental no han logrado controlar