La Presidenta Michelle Bachelet anunció que durante el segundo semestre enviará un proyecto de Ley de despenalización del aborto en tres casos: cuando la vida de la madre está en peligro, violación o inviabilidad del feto.
Enfermedades crónicas y graves, como lesiones hepáticas e hipertensión severa, podrían poner en riesgo la vida de la mujer embarazada antes de las 22 semanas de gestación. Mientras que la inviabilidad del feto es provocada por alteraciones genéticas del embrión, en las que no desarrolla sus órganos, como en la anancefalia y la acrania.
Tales enfermedades implican problemas irreparables en el cerebro del bebé, algo que la medicina aún no puede solucionar.
Según el ginecobstetra, profesor titular y emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Ramiro Molina, situaciones como ésta debieran ser reguladas de manera urgente. De lo contrario, se pasa por alto la realidad de los 33 mil abortos que cada año se producirían en el país.
Actualmente la madre no puede decidir si detener su embarazo. aún cuando sea de riesgo, obligada por ley a continuar con el proceso hasta el final. Una mujer que, se sospecha, interrumpió su embarazo debe ser incluso denunciada por el médico y arriesga un proceso judicial.
El Gobierno también propone la interrupción en el caso de violación.
Hay estadísticas que indican que en Chile, 17 mujeres son violadas diariamente y se estima que entre el 15 y el 19 por ciento de ellas, queda embarazada.
Así lo explicó Claudia Dides, presidenta del Movimiento Interrupción Legal del Embarazo (MILES), e investigadora de la Universidad Central.
En las niñas entre 10 y 14 años, la tasa de embarazo es baja por la presencia de ciclos anovulatorios, por lo tanto los casos de menores de 18 años que fueron abusadas sexualmente y quedaron embrazadas, corresponden, en el mayor de los casos, a violaciones reiteradas.
En países en los que el aborto es legal, como Estados Unidos, de 100 mujeres embarazadas por violación, 40 aceptan el aborto y la mitad da a su hijo en adopción.