El presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, planteó un desafío a la nueva directiva de RN, para que el partido no se disuelva como la “sal en el agua”.

En conversación con Agencia UPI, el dirigente -cuyo sucesor se definirá en las elecciones internas programadas para el sábado 31 de mayo- afirmó que la nueva directiva tiene que plantear tres puntos de manera clara.

El primero apunta a que el partido apuesta por una sociedad donde las libertades son respetadas, el siguiente a que el tamaño del Estado debe ser acotado, y el último a que el marco institucional tiene que ser respetado.

Tras esto, advirtió que si la colectividad manifiesta lo anterior como corresponde, tendrá la capacidad de influir en el futuro, de lo contrario se va a disolver “como la sal en el agua”.

En la misma línea, subrayó que la nueva directiva debe estar en alerta frente al plan que se está anunciando desde el Gobierno, que a su parecer apunta a “crear en Chile un Estado omnipotente que va a dirigir la vida social y que va a aumentar los impuestos para conseguir la realización de infinitas cosas”.

En relación a las elecciones internas de RN, Larraín aseguró que no ha tomado partido por ni por la lista de Álvaro Contreras ni por la del diputado Cristián Monckeberg. Sobre esto el ex senador indicó que son los militantes los que deben decidir quién será el próximo presidente de la colectividad, declarándose neutro en ese sentido, puesto que sólo le preocupa “que se respeten las instituciones y que el partido salga agrandado”.